JERUSALÉN, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro palestino, Salam Fayad, ha transmitido a las autoridades israelíes durante recientes conversaciones que las fuerzas de seguridad no son capaces de "imponer la ley y el orden en Cisjordania" en este momento.
En un principio, Fayad y el ministro del Interior, Abd al Razek al Yihiya, indicó que una de las principales peticiones a Tel Aviv sería el traspaso del control de la seguridad en algunas ciudades de Cisjordania. Aunque Israel no rechazó la solicitud, pidió que las fuerzas de seguridad palestinas estuvieran preparadas para tomar el control de las operaciones contra milicianos que planean atentados terroristas contra este país.
Así pues, según informa el diario israelí 'Haaretz', las autoridades palestinas admitieron que sus fuerzas no son capaces actualmente de prevenir ataques contra territorio israelí.
Funcionarios palestinos informaron al rotativo que Fayad le dijo a los negociadores israelíes, inmediatamente después de asumir el poder, que las iniciativas se orientarán al establecimiento gradual de la ley y el orden en Cisjordania antes de centrar su atención en las conversaciones políticas.
"Sin embargo, después nos dimos cuenta de las limitaciones de israel en lo que respecta a nuestras demandas para extender el 'acuerdo de fugitivos' y de que las fuerzas de seguridad en Cisjordania no están preparadas todavía para asumir la responsabilidad en las ciudades", por lo que "Fayad cambió su postura en las negociaciones", explicaron.
La reunión de hoy entre el primer ministro israelí, Ehud Olmert, y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, en la ciudad cisjordana de Jericó estará centrada en dar un paso más grande en las negociaciones e intentar llegar a un acuerdo sobre los principios de los acuerdos de paz.
"El propósito es conseguir los mayores entendimientos posibles sobre una solución de dos Estados de forma que no se ponga en peligro el proceso entero", explicaron fuentes oficiales en Jerusalén. Además, la reunión también se centrará en la estabilización del Gobierno formado por Abbas en Cisjordania para que la Autoridad Palestina pueda llevar a cabo todos los acuerdos que se alcancen.
