Oxfam alerta de que 28 millones de personas están en "riesgo extremo" de hambre en África Oriental

Varias mujeres regresan a casa después de proveerse de agua en Kenia
Varias mujeres regresan a casa después de proveerse de agua en Kenia - OXFAM INTERMÓN
Publicado: martes, 22 marzo 2022 1:41

Los países de África Oriental importan hasta el 90 por ciento de su trigo de Ucrania y Rusia

MADRID, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -

Unos 28 millones de personas padecerán "hambre aguda" si en marzo continúa sin llover, por lo que existe una crisis alimentaria real que podría pasar desapercibida para la comunidad internacional, concentrada en la guerra de Ucrania, ha advertido la ONG Oxfam.

"Se precisa de una movilización masiva de la ayuda humanitaria internacional para salvar a los 21 millones de personas en los países de África Oriental que ya se encuentran en una situación de hambre crítica debido a los conflictos, las inundaciones y una larga sequía que dura ya dos años y que no tiene precedentes en los últimos 40", ha apuntado el organismo.

Algunas zonas de Etiopía, Kenia, Somalia, Sudán del Sur y otros países se enfrentan a una "catástrofe a gran escala", ya que, incluso si este mes hay precipitaciones suficientes, una recuperación total será prácticamente imposible a menos que se adopten medidas urgentes de forma inmediata.

Los incrementos en los precios de los alimentos y las materias primas a nivel global derivados de la pandemia de COVID-19 ya estaban afectando a las opciones disponibles para los Gobiernos africanos, fuertemente endeudados, y ahora la crisis de Ucrania tendrá "nuevas y catastróficas consecuencias", puesto que está provocando un incremento aún mayor de los precios de los alimentos y las materias primas, por encima de lo que los gobiernos de África Oriental pueden permitirse, ha advertido el director general de Oxfam Intermón, Franc Cortada, en un comunicado.

"Debido a las sequías, muchos de nuestros burros han muerto y los que quedan están demasiado débiles para tirar de los carros", ha relatado Ahmed Mohamud Omar, un pastor de 70 años de la provincia de Wajir, en Kenia. "Tampoco puedo conducir mi único tuktuk porque no puedo permitirme el combustible. Ya no me quedan tampoco camellos ni cabras. No dejo de pensar en qué comerá mi familia, dónde obtendré la próxima comida o si podré conseguir el bidón de agua diario", se ha lamentado.

DEPENDENCIA DE RUSIA Y UCRANIA

Los países de la zona importan hasta el 90 por ciento de su trigo de Ucrania y Rusia, cuyo conflicto ha provocado un incremento "desorbitado" de los precios de los alimentos. La pasada semana alcanzaron un máximo histórico. En Somalia, los cereales y granos básicos incrementaron su precio más del doble con respecto al año anterior.

"En mis 40 años de vida, nunca había visto una situación igual en Akobo", ha afirmado por su parte Nyadang Martha, de Akobo, en Sudán del Sur. "Durante los últimos cuatro años, todo han sido inundaciones, sequías, hambruna, violencia o COVID-19. Esto ya es demasiado. Estoy agotada. Si esta situación continúa, no creo que mis niñas lleguen a adultas", ha alertado.

"El mundo no puede sumirse de nuevo en la inercia mientras tantas personas padecen inseguridad alimentaria grave. La inacción sería inmoral, además de una omisión del imperativo humanitario", ha apuntado Cortada.

HASTA 13 MILLONES DE EMIGRANTES EN 2022

Solo en el primer trimestre de 2022, más de 13 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares en busca de agua y pastos en Etiopía, Kenia y Somalia. Millones más han tenido que dejar sus casas y tierras de cultivo debido al conflicto, especialmente en Etiopía, donde 9,4 millones de personas precisan ayuda humanitaria urgente.

Además, la región ha sufrido la peor plaga de langostas en 70 años e inundaciones repentinas que han afectado a casi un millón de personas en Sudán del Sur.

La producción agrícola de Kenia ha caído un 70 por ciento y el país se ha declarado en situación de desastre nacional con 3,1 millones de personas en situación de hambre aguda y necesidad urgente de ayuda. Casi la mitad de todos los hogares de Kenia se están viendo obligados a pedir alimentos o comprarlos a crédito.

Etiopía se enfrenta a los mayores niveles de inseguridad alimentaria desde 2016. Solo en la Región Somalí, 3,5 millones de personas sufren escasez grave de agua y alimentos. Casi un millón de cabezas de ganado ha muerto, dejando sin apenas recursos a las familias que dependían de su pastoreo para vivir y las mujeres relatan historias demoledoras de cómo se saltan comidas para poder alimentar a sus hijas e hijos, señala Oxfam.

En Somalia son más de 671.000 las personas que han abandonado recientemente sus hogares debido a la grave sequía que afecta a casi el 90 por ciento del país. Se estima que esta situación provoque que casi la mitad de los niños y niñas menores de cinco años padezcan desnutrición grave.

En Sudán del Sur se estima que 8,3 millones de personas padecerán inseguridad alimentaria grave durante la temporada de escasez --de los meses de mayo a julio-- conforme las crisis climática y económica se recrudecen.

RESPUESTA INTERNACIONAL

A pesar de las alarmantes necesidades, la financiación de las respuestas humanitarias es "tristemente escasa", alerta Oxfam. Hasta la fecha, tan solo se ha recaudado el 3 por ciento de los 6.000 millones de dólares del llamamiento humanitario de la ONU para Etiopía, Somalia y Sudán del Sur para 2022. También hasta la fecha, Kenia tan solo ha obtenido el 11 por ciento de los fondos solicitados a través del llamamiento de emergencia de Naciones Unidas.

"Nuestro equipo ha conocido a gente en una situación desesperada. Personas que pasan hambre, sed y están a punto de perder la esperanza", ha explicado Idris Akhdar de WASDA, organización que trabaja con Oxfam desde hace 21 años en la provincia de Wajir, en el noreste de Kenia. "Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que ayude".

"Hace dos días visité a una familia que ha tenido que casar a su hija más joven al no poder pagar la deuda que había contraído el padre quien, enfermo, había pedido dinero para poder ir al hospital", ha asegurado coordinador del Departamento de Servicios para Menores de Kenia, Jilo Roba, con el que Oxfam Intermón colabora.

Diyaara Ibrahim Gulie, de la provincia de Wajir (Kenia), es una de las personas que ha recibido alimentos y dinero en efectivo a través de Oxfam Intermón. "Tenemos que saltarnos comidas y contentarnos con una al día. A veces, tenemos que dar prioridad a que los niños y niñas coman. Las personas adultas tenemos que pasar hambre para poder aprovechar bien los escasos alimentos que tenemos", ha relatado.

Oxfam Intermón, junto a organizaciones socias locales, está redoblando sus esfuerzos para prestar apoyo a las personas afectadas por la crisis alimentaría en África Oriental. Su objetivo es brindar ayuda a más de 1,5 millones de personas proporcionando agua, dinero en efectivo, refugio e instalaciones de saneamiento.

"África Oriental no puede esperar. Esta crisis de hambre, agravada por el cambio climático y la pandemia de COVID 19, empeora día tras día. Desde Oxfam Intermón urgimos a todos los donantes a que financien el llamamiento humanitario de las Naciones Unidas y conseguir que los fondos lleguen lo antes posible a las organizaciones humanitarias locales. Los Gobiernos y las partes combatientes en zonas de conflicto deben garantizar que las organizaciones humanitarias como Oxfam Intermón puedan llegar de forma segura a las personas en situación de mayor vulnerabilidad", ha apelado Franc Cortada.

"Hacemos un llamamiento a los Gobiernos, en especial a los de países que exportan cereales, a que hagan todo cuanto esté en su mano para encontrar alternativas adecuadas a la inminente interrupción en el suministro desde Ucrania hacia países de bajos ingresos y gran dependencia de las importaciones alimentarias", ha remachado el director general de Oxfam Intermón.

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