Archivo - Niños sudaneses en un campamento de desplazados en El Fasher, capital de Darfur Norte, en el oeste de Sudán (archivo) - Europa Press/Contacto/UNICEF - Archivo
MADRID 25 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) han anunciado la toma de otras dos localidades en el estado de Darfur Norte, en el marco de sus avances en la zona, representados en la toma a finales de octubre de la capital regional, El Fasher, donde el grupo perpetró atrocidades como ejecuciones, secuestros y violaciones.
Las RSF han indicado en un comunicado que sus fuerzas se han hecho con Abú Qumra y Um Buru, "liberándolas completamente de los restos de los grupos terroristas y mercenarios". "Estas zonas han presenciado ataques sistemáticos y actos de venganza por parte de elementos de los terroristas Hermanos Musulmanes en el Ejército y las llamadas Fuerzas Conjuntas", ha explicado.
"Garantizamos a los ciudadanos de estas zonas que no serán atacados, recalcando que conocemos su sufrimiento y los horrores que han soportado a causa de la guerra, la muerte, el desplazamiento y la migración forzosa", han subrayado, al tiempo que han reseñado que su "principal deber" es "proteger a los civiles" y "eliminar los restos de los grupos mercenarios".
La toma de estas localidades ha tenido lugar después de que la Fuerza Conjunta, aliada con el Ejército sudanés, se haya replegado de la zona, según el portal sudanés de noticias Sudan Tribune, sin que las autoridades ni las Fuerzas Armadas del país africano se hayan pronunciado por ahora sobre los motivos de esta decisión.
La guerra civil de Sudán estalló a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar RSF en el seno del Ejército, situación que provocó el descarrilamiento de la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 del régimen de Omar Hasán al Bashir, ya dañado tras la asonada que derribó en 2021 al entonces primer ministro, Abdalá Hamdok.
El conflicto, marcado por la intervención de varios países en apoyo a las partes en guerra, ha sumido al país en una de las mayores crisis humanitarias a nivel mundial, con millones de desplazados y refugiados y ante la alarma internacional por la propagación de enfermedades y los daños sufridos por infraestructuras críticas, que impiden atender a cientos de miles de damnificados.