ISLAMABAD, 27 Nov. (Reuters/EP) -
El partido Pakistan Tehreek-e-Insaaf (PTI) ha publicado este miércoles el nombre del supuesto jefe operativo de la CIA en Islamabad y ha exigido que se enfrente a cargos de asesinato por el ataque de un 'drone' estadounidense que causó al menos cinco muertos la semana pasada.
El PTI, liderado por Imran Jan, ha escrito una carta en inglés con el nombre del supuesto jefe de la CIA en Islamabad que ha enviado a la Policía, además de una copia que ha sido publicada en los medios de comunicación.
"Me gustaría nombrar al jefe de la estación en Islamabad de la agencia clandestina estadounidense CIA ---- (nombre del supuesto jefe, que no ha podido ser confirmado) y al director de la CIA, John O. Brennan, por la comisión de los delitos graves de cometer asesinatos y hacer la guerra contra Pakistán", ha afirmado la secretario de Comunicación del PTI, Shireen Mazari, en referencia al contenido de la misiva.
Las agencias de Inteligencia suelen mantener las identidades de sus trabajadores en secreto, por lo que si el nombre que el PTI ha publicado es correcto, podría ser obligado a abandonar su puesto.
No es la primera vez que la CIA se ha visto inmersa en una situación de este tipo. En 2010, el entonces jefe de la estación de Islamabad tuvo que abandonar el país después de que su nombre fuese revelado en un caso legal que involucraba otros ataques con 'drones' en los que habían muerto civiles.
Las autoridades estadounidenses afirmaron en ese momento que consideraban que su exposición formaba parte de una represalia deliberada por parte de elementos del servicio de Inteligencia de Pakistán (ISI).
El pasado 21 de noviembre murieron al menos cinco personas en el bombardeo ejecutado por un avión no tripulado estadounidense contra una 'madrasa' (escuela religiosa islámica) ubicada en la localidad de Hangu, ubicada en la provincia de Jiber.
Estados Unidos ha empleado en numerosas ocasiones los aviones no tripulados para atacar supuestos milicianos islamistas, aunque entre las víctimas a veces se incluyen civiles. El Gobierno paquistaní se opone a este tipo de ataques y asegura que supone una violación de su soberanía.