La Policía tunecina detiene a cuatro combatientes de una "organización ilegal" el día de Año Nuevo

Actualizado: jueves, 2 enero 2014 14:50

TÚNEZ, 2 Ene. (Reuters/EP) -

La Policía de Túnez ha informado este jueves de la detención de cuatro combatientes de una "organización prohibida" durante la noche de Año Nuevo en la localidad de Sidi Bouzid, donde también se han incautado de varias armas y explosivos.

Estas cuatro detenciones se suman a las de siete salafistas este domingo en la localidad de Kasserine, ante el temor de que pudieran estar planeando perpetrar ataques durante la celebración del Año Nuevo.

"La Policía nacional ha detenido a cuatro terroristas que pertenecen a una organización prohibida el miércoles por la noche. Durante la operación se han incautado de un 'Kalashnikov', munición y varios explosivos", ha asegurado el Ministerio del Interior.

Según los medios locales, ha tenido lugar un tiroteo entre los agentes de la Policía y los combatientes, que se ha saldado con un agente herido, aunque Interior no ha confirmado esta información.

Los medios estatales informaron este lunes de la detención del líder del grupo salafista Ansar al Sharia en la ciudad de Misrata, aunque las declaraciones del Ministerio del Interior no hacen referencia a si estos cuatro detenidos pertenecen a esta organización.

La semana pasada, la Policía de Túnez se incautó de 60 kilos de oro, por valor de cerca de 1,67 millones de euros tras registrar varios vehículos también en Sidi Bouzid, aunque no se ha podido confirmar si el oro pertenecía o iba dirigido al grupo terrorista.

AÑO NUEVO EN TÚNEZ

Los siete salafistas detenidos durante la tarde del domingo estaban repartiendo panfletos en los que se pedía la prohibición de la celebración del Año Nuevo y habían amenazado a algunos pasteleros para que no vendieran tartas para celebrar el evento, según una radio local.

Las celebraciones de Año Nuevo suelen ser un gran evento en Túnez, el país más secular del mundo árabe. Sin embargo, se han visto empañadas desde la revolución que acabó con el presidente Zine el Abidine Ben Alí a comienzos de 2011, allanando el camino para que el partido islamista moderado Ennahda tomara el poder.

Después de la reciente crisis política en torno al papel del Islam en la política, Ennahda ha aceptado dimitir y dejará el Gobierno en manos de un Ejecutivo provisional antes del próximo 14 de enero, el día del tercer aniversario de la caída de Ben Alí.

Los salafistas ultraconservadores, cuyo objetivo es el de imponer un Estado islámico en Túnez, pudieron volver del exilio y salir de prisión después de que Ben Alí fuera derrocado.