ESTAMBUL 15 Jul. (Reuters/EP) -
El presidente de Turquía, Abdullah Gul, ha promulgado este martes, a menos de un mes de las elecciones del 10 de agosto, una ley para facilitar las conversaciones de paz con los milicianos kurdos en lo que supone un importante paso hacia el final de una insurgencia que en tres décadas ha acabado con 40.000 vidas.
Turquía, miembro de la OTAN, comenzó en 2012 sus conversaciones de paz con el encarcelado líder kurdo, Abdulá Ocallan, aunque desde entonces ha habido pocas disposiciones legales para la negociación la guerrilla Partido de los Trabajadores de, Kurdistán (PKK), considerada una organización terrorista por las autoridades turcas, la Unión Europea y Estados Unidos.
Este proyecto de ley facilitaría un mayor número de votos para el primer ministro Recep Tayyip Erdogan, que está intentando atraer el respaldo kurdo para convertirse en el primer presidente turco en ser elegido directamente en unas elecciones nacionales.
La nueva ley protegerá de ser perseguidos a aquellas personas envueltas en el desarme y reintegración de los rebeldes kurdos, al mismo tiempo que dará protección legal a los encuentros que busquen poner fin al conflicto. Todo ello es algo que los políticos pro kurdos han estado buscando mucho tiempo de cara a un posible futuro clima de paz en el país.
Erdogan ha invertido un importante capital político en los esfuerzos hacia la paz, ampliando los derechos culturales y de lenguaje de los kurdos, aunque esto suponga perder algunos de sus apoyos básicos.
El pueblo kurdo representa alrededor de una quinta parte de la población de Turquía y su apoyo impulsaría las opciones de Erdogan si para ser elegido presidente.