El primer presidente de Irán acusa a Jomeini de traicionar el espíritu de la revolución de 1979

El primer presidente de Irán, Abolhasán Banisadr
REUTERS / PHILIPPE WOJAZER
Publicado: lunes, 4 febrero 2019 17:59

Jomeini prometió desde París que las mujeres podrían elegir si llevar velo en público, pero luego lo impuso como ley obligatoria

VERSALLES (FRANCIA), 4 Feb. (Reuters/EP) -

El que fuera primer presidente de Irán, Abolhasán Benisadr, ha denunciado que el primer líder supremo iraní, Ruholá Jomeini, traicionó los principios de la Revolución Islámica de 1979, la misma que le aupó al poder. En Francia prometía libertad y democracia y cuando tomó el poder impuso una dictadura, se lamenta.

"Cuando estábamos en Francia aceptaba todo lo que le decíamos pero después sin ningún pudor lo anunciaba como versos coránicos", ha afirmado Benisadr en referencia a la época en la que Jomeini vivía exiliado en Francia y la oposición le instaba a defender los Derechos Humanos y la democracia. El propio Benisadr se tuvo que exiliar en 1981.

"Estábamos seguiros de que había un líder religioso comprometido y que todos estos principios se plasmarían por primera vez en nuestra historia", ha añadido Benisadr, de 85 años en una entrevista con Reuters desde su casa de Versalles, a las afueras de París. De hecho, ha asegurado que muchos de los que volvieron con él a Teherán en 1979 se quedaron con una sensación "muy amarga".

Jomeini huyó de Irán en la década de 1960 por temor a la represión del régimen del sha, pero siguió defendiendo las ideas de una rebelión contra el régimen prooccidental desde su exilio, en una humilde casa a las afueras de París.

Allí Jomeini mantenía una estrecha relación con Benisadr, hijo de un miembro de la alta jerarquía del clero chií, y fue Benisadr quien ayudó a Jomeini a instalarse en París tras pasar por Turquía e Irak. "Francia era el cruce de caminos para las ideas y la información y por eso la elegimos después de que Kuwait se negara a cogerle. Cuando estaba en Francia estaba del lado de la libertad. Tenía miedo de que el movimiento no culminara y tuviera que quedarse allí", ha explicado.

LA INTERVENCIÓN DE LOS MULÁS

Jomeini defendía antes de su regreso a Irán una interpretación más moderna y moderada del Islam con separación entre clero y Estado y derrocar la dictadura del Shah, ha recordado Benisadr. "Entonces bajó la escalerilla del avión en Irán y cambió (...). Los mulás le capturaron y le dictaron su nuevo destino, la dictadura que vemos hoy en día", ha subrayado.

Benisadr fue elegido presidente el 5 de febrero de 1980 en unas elecciones conforme a la flamante Constitución de la República Islámica de Irán, pero Jomeini era quien ostentaba el poder real en un sistema que se ha perpetuado hasta hoy.

Benisadr recuerda cómo fue a ver a Jomeini a la ciudad de Qom pocos meses después de su regreso a Irán para quejarse de las presiones de las autoridades religiosas para imponer el velo a las mujeres. Le recordó que esta política era contraria a las promesas que hizo en París, cuando dijo que las mujeres podrían elegir.

"Me dijo que en Francia dijo las cosas que eran convenientes, pero que no estaba atado por todo lo que dijo allí y que si consideraba necesario decir lo contrario, lo haría. Para mí fue un momento muy, muy amargo", ha resaltado.

A pesar de su sensación de entonces y a los largos años de exilio, Benisadr ha asegurado que no se arrepiente de haber participado en la revolución. Además, ha advertido al presidente estadounidense, Donald Trump, de que su intención de doblegar a Irán con sanciones económicas podría ser contraproducente, ya que afectan a los iraníes de a pie y refuerzan el sistema político.

"Si el señor Trump dejase en paz a Irán se daría cuenta de que el sistema es mucho más frágil de lo que se imaginan. No necesitamos otra revolución", ha remachado.

Leer más acerca de: