BEIRUT, 4 Oct. (Reuters/EP) -
Los rebeldes sirios apoyados por Turquía han prometido este viernes apoyar cualquier potencial ofensiva transfronteriza que Ankara ha amenazado con llevar a cabo contra los milicianos kurdos en el noreste de Siria.
Ankara y Washington han acordado establecer una zona segura en el noreste de Siria a la frontera con Turquía, que quiere expulsar a las milicias kurdas sirias YPG de la linde. Turquía ha acusado a Estados Unidos, que ya ayudado a las YPG a derrotar a Estados Unidos, de ir demasiado despacio en el establecimiento de la zona.
Ambos países también están en desacuerdo respecto a la extensión de la misma y quién debería controlarla. Turquía quiere que la zona abarque 30 kilómetros dentro de Siria y ha advertido repetidamente de que podría lanzar su propia operación.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo el martes que dada la falta de progresos Turquía no tenía otra opción que actuar, en la mención más clara a una posible ofensiva militar.
"En lo que se refiere al este del Éufrates (...) es nuestra obligación combatir", ha sostenido Salim Idris, un dirigente de la oposición siria respaldada por Ankara, en rueda de prensa en el sureste de Turquía.
"Estamos con toda nuestras fuerzas en apoyo de nuestros hermanos turcos en la lucha contra toda forma de terrorismo representada por las bandas del PKK", ha añadido, en referencia al Partido de los Trabajadores del Kurdistán, considerado como organización terrorista por Ankara, Estados Unidos y la UE. Turquía considera a las YPG como una filial del PKK.
Por otra parte, la oposición siria apoyada por Turquía ha anunciado este viernes que varias facciones rebeldes en Idlib se van a unir al Ejército Nacional, el principal grupo rebelde que apoya Ankara en el noroeste. El gesto ayudará al Gobierno turco a aumentar su influencia en Idlib, donde el antiguo Frente al Nusra, otrora vinculado a Al Qaeda, es la fuerza dominante.