Una relatora de la ONU denuncia posibles nuevos crímenes de guerra en Birmania

Publicado: miércoles, 3 julio 2019 7:52

GINEBRA, 3 Jul. (Reuters/EP) -

La relatora de la ONU para los Derechos Humanos en Birmania, Yanghee Lee, ha denunciado que las fuerzas de seguridad birmanas y los insurgentes están cometiendo violaciones de los Derechos Humanos contra civiles en estados occidentales que pueden constituir nuevos crímenes de guerra.

Una ofensiva militar de 2017 hizo que más de 730.000 musulmanes rohingya tuvieran que huir a Bangladesh. Los investigadores de la ONU han dicho que la operación de Birmania incluyó asesinatos en masa, violaciones de pandillas e incendios generalizados y fue ejecutada con "intención genocida".

El gobierno de Rangún niega haber cometido esas atrocidades y asegura que su campaña militar en el norte de Rajine fue en respuesta a los ataques de los rohingya.

Las tropas gubernamentales están luchando contra rebeldes étnicos en los estados de Rajine y Chin, devastados por el conflicto. El Ejército de Arakán es un grupo insurgente que lucha por una mayor autonomía para los dos estados.

El 22 de junio, las autoridades ordenaron a las empresas de telecomunicaciones cerrar los servicios de Internet en los dos estados Telenor Group afirmó que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones había citado "disturbios de paz y uso de actividades en Internet para coordinar actividades ilegales".

"El conflicto con el Ejército de Arakán en el norte del estado de Rajine y partes del sur del estado de Chin ha continuado durante los últimos meses y el impacto en los civiles es devastador. Muchos actos del Tatmadaw (Fuerzas Armadas) y el Ejército de Arakán violan el derecho internacional humanitario y pueden constituir crímenes de guerra, además de violar los Derechos Humanos", ha afirmado Lee.

Según informes, el Ejército de Arakán habría secuestrado a civiles, incluidos 12 trabajadores de la construcción en Paletwa y 52 aldeanos cerca de la frontera con Bangladesh

Lee ha citado informes de civiles, en su mayoría hombres de Rajine, detenidos e interrogados por el Tatmadaw por presuntos vínculos con el Ejército de Arakán y ha recalcado que varios habían muerto bajo custodia. En abril, un helicóptero militar abrió fuego contra hombres y niños rohingya que recogían bambú, según la relatora de la ONU.

Lee ha subrayado que alrededor de 35.000 personas han huido de la violencia este año.

El embajador de Birmania, Kyaw Moe Tun, ha asegurado que el Gobierno había declarado un alto el fuego hasta agosto y estaba tratando de lograr la reconciliación nacional.

"El Gobierno de Birmania está trabajando incansablemente para poner fin al conflicto étnico y lograr una paz sostenible en Birmania a través de un proceso de paz", ha manifestado Tun.

"La libertad de expresión y los medios de comunicación es una de las áreas de cambio más visibles en Birmania", ha subrayado. "No se impone ninguna restricción al uso de Internet y las redes sociales, pero debemos lograr un equilibrio entre la seguridad y la libertad y los derechos y la responsabilidad", ha añadido.

Lee afirmó que el apagón estaba poniendo en peligro a los aldeanos, obstruyendo la ayuda y protegiendo a los militares.

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