Ruanda.- El Gobierno ruandés estudia la posibilidad de llevar a la ONU ante los tribunales por no detender el genocidio

BRUSELAS 28 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Ruanda está considerando la posibilidad de llevar a la ONU ante un tribunal internacional por no poner fin al genocidio ruandés en 1994.

Según informó hoy el diario local 'The New Times', el ministro de Juventud, Cultura y Deportes, Joseph Habineza, aseguró en una comparecencia en el Parlamento que el Gobierno está estudiando con su embajador ante la ONU, Joseph Nsengimana, "los aspectos (legales) a tener en cuenta para presentar una demanda contra la ONU".

Habineza, que se dirigió a los diputados para explicar el calendario de los actos con motivo del 13 aniversario del genocidio, respondía así a una pregunta del diputado Polycape Gatete sobre los motivos por los que no se ha tomado ninguna medida contra la ONU, acusada de permanecer impasible mientras miles de ruandeses morían en cien días de atrocidades.

"El Gobierno se ha mostrado reacio a demandar a la ONU por no haber parado el genocidio, es bueno que se disculpen per deberíamos responsabilizarles por las muertes de los miles" de personas, dijo Gatete, considerando que el Gobierno debería dar una explicación a los parlamentarios a este efecto.

Por su parte, Habineza dijo que toda la comunidad internacional se unirá a los ruandeses en la conmemoración del décimotercer aniversario del genocidio, que tendrá lugar el próximo mes. "También los ruandeses que viven en países donde no tenemos embajadas y el resto del mundo se unirán a nosotros en la conmemoración del genocidio", dijo Habineza.

La ONU declaró el 7 de abril el 'Día Internacional de reflexión sobre el Genocidio de 1994 en Ruanda'. Cerca de un millón de tutsis y hutus moderados murieron en 100 días a manos de hutus radicales, levantados en armas tras la muerte del presidente Juvenal Habyarimana en un atentado el 6 de abril de 1994.

Los cascos azules belgas desplegados en el país en ese momento no intervinieron para frenar los primeros brotes de violencia, y terminaron marchándose del país tras perder a diez de sus hombres.