LONDRES 5 Mar. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Marta Altuna) -
Los abogados de Mohamed Al Fayed pidieron hoy al Alto Tribunal de Justicia de Inglaterra y Gales que se aplace hasta el 1 de octubre el inicio de la investigación sobre la muerte de Diana de Gales y Dodi Al Fayed. Los letrados argumentan que "hay un gran trabajo" por hacer y que no tienen el tiempo necesario, por lo que se necesita un aplazamiento de seis meses.
La Baronesa Butler-Sloss, que está al frente de la investigación, tiene que decidir asimismo si el Príncipe Carlos y el Duque de Edimburgo serán llamados como testigos en las vistas sobre la investigación. La apertura de la investigación estaba prevista inicialmente para el mes de mayo.
El dueño de los almacenes Harrods ganó la pasada semana la apelación en los tribunales británicos para que sea un jurado quien ofrezca el veredicto en la investigación sobre las muertes de Diana de Gales y su novio, Dodi Al Fayed. Mohamed Al Fayed revocó la decisión de la baronesa Butler-Sloss, quien previamente había tomado la decisión de ser ella quien ofreciera el veredicto.
"Es una buena victoria porque esto es sólo el comienzo de mi batalla de los últimos 10 años para que se haga justicia", explicó Al Fayed. La princesa y su novio murieron en 1997 en un accidente de tráfico en París. Mohamed Al Fayed asegura que fueron asesinados por los servicios de inteligencia británicos con el consentimiento de miembros de la familia real.
INVESTIGACION POLICIAL
Una investigación separada llevada a cabo por la Policía Metropolitana de Londres concluyó que el accidente en el que murió la princesa con su novio se debió a un accidente y que Diana ni estaba embarazada ni pensaba casarse. Durante tres años un equipo de 15 policías británicos interrogó a más de 300 testigos. Se utilizó la tecnología más moderna para reconstruir en tres dimensiones los detalles del choque y se examinaron minuciosamente los restos del Mercedes en el que viajaban.
Al igual que ocurrió con la investigación que se hizo en Francia en 1999, las pesquisas de la Policía británica indicaron que Henry Paul, el conductor del Mercedes en el que viajaban estaba ebrio. El nivel de alcohol en su sangre era dos veces superior a lo permitido en Gran Bretaña. Además realizaron pruebas de ADN para comprobar que la sangre analizada era la del chófer. Asimismo en el momento del choque, el automóvil iba a una velocidad de entre 97 y 100 kilometros por hora, muy por encima de lo permitido.
Pero todas estas conclusiones no convencieron a Mohamed Al Fayed, que sigue pensando que su hijo y la princesa de Gales fueron asesinados. Para el dueño de los almacenes Harrods este informe no es más que una manipulación de los servicios de inteligencia británicos para esconder la verdad.
Una de las preguntas que sigue haciéndose Mohamed Al Fayed es por qué no se incluyeron en la investigación británica a 18 testigos que considera que son clave y que habían participado en la investigación francesa.