Actualizado: miércoles, 6 septiembre 2017 4:51

SAN SALVADOR/CIUDAD DE GUATEMALA, 6 Sep. (Reuters/EP) -

Los gobiernos de El Salvador y Guatemala han lamentado este martes la decisión del Gobierno de Estados Unidos de derogar el programa que da acceso a permisos de trabajo a quienes ingresaron al país de forma irregular siendo niños, aprobado en 2012 por el Gobierno de Barack Obama.

El Ejecutivo salvadoreño ha expresado su voluntad de trabajar con el Congreso del país norteamericano para encontrar una solución a la cancelación del programa, según ha informado la agencia británica de noticias Reuters.

"Hay bastante gente comprometida con los 'dreamers' y con el programa DACA en el Congreso de los Estados Unidos y ya hay proyectos, borradores de legislación que se van a comenzar a discutir en los próximos meses y que esperamos que en estos seis meses se arribe a un acuerdo para que se le brinde una salida a esta población", ha dicho el ministro de Exteriores, Hugo Martínez.

Por su parte, el Gobierno de Guatemala ha resaltado que está en contacto con las autoridades estadounidenses para que se respeten los Derechos Humanos de los guatemaltecos residentes en esa nación.

Así, ha afirmado que respeta la legislación y decisiones internas de Estados Unidos, al tiempo que ha apelado al sentido humanitario del pueblo estadounidense y a sus legisladores "para que velen porque estos jóvenes no queden desamparados y sean forzados a salir del país en el que crecieron y en el que han labrado su futuro como profesionales".

El presidente estadounidense, Donald Trump, ya había puesto en su punto de mira el programa Consideración de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por su sigla en inglés), que protege de la deportación a cerca de 800.000 personas de entre 15 y 36 años. La iniciativa también autoriza a pedir permisos de trabajo a los beneficiarios, conocidos como 'dreamers'.

Tras la derogación, Trump ha cuestionado la "amnistía ejecutiva" aprobada por Obama sin el acuerdo del Congreso. "No estoy a favor de castigar a niños, la mayoría de ellos ya adultos, por las acciones de sus padres, pero también debemos reconocer que somos una nación de oportunidades porque somos una nación de leyes", ha esgrimido.

Posteriormente, el mandatario ha recordado que ahora corresponde al Congreso tomar medidas, algo que también ha señalado en un 'tuit' con el que se mostró dispuesto a trabajar junto a republicanos y demócratas. El objetivo, ha añadido, es cerrar una reforma migratoria que anteponga los intereses de los estadounidenses que "trabajan duro".

La derogación ordenada por el Gobierno es progresiva y deja en manos del Congreso la aprobación de una reforma que, entre otras cuestiones, deberá aclarar el futuro de los 'dreamers'.

La Administración Trump sí ha dejado claro que estas personas no serán prioridad para los servicios de seguridad, a no ser que estén involucradas en actividades delictivas.

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