Save the Children denuncia la muerte de 38 niños en la violencia en el noroeste de Siria desde abril

Conflict in Syria
Anas Alkharboutli/dpa
Publicado: lunes, 20 mayo 2019 14:48

MADRID, 20 May. (EUROPA PRESS) -

Al menos 38 niños han muerto y otros 46 han resultado heridos por disparos de artillería en el noroeste de Siria, la última zona bajo control de los rebeldes que luchan contra el Gobierno de Bashar al Assad, desde el pasado 1 de abril, según ha denunciado este lunes Save the Children.

Según la ONG, del total de menores fallecidos, once murieron en sus casas, nueve en la escuela, siete en el mercado, dos en un campamento y uno en el hospital.

Asimismo, según los datos que ha recabado la red Hurras con la que trabaja Save the Children en la zona, doce de los niños han muerto durante la escalada de violencia que comenzó a finales de abril y que ha provocado el desplazamiento de 180.000 personas, entre ellos 80.000 niños.

"Es ilegal atacar a civiles en conflicto y todas las partes enfrentadas tienen una obligación de protegerles de ataques", ha recordado la directora de Save the Children en Siria, Sonia Khush.

"Familias enteras de hasta ocho personas están cargando todo lo que tienen en pequeños vehículos 'pickup' y están conduciendo hacia el norte, sin saber dónde dormirán a continuación", ha denunciado. "Hemos visto ocurrir esto una y otra vez en ocho años de conflicto en Siria en los que los civiles están pagando el precio más alto", ha lamentado.

La ONU estima que unos 3 millones de personas residen en Idlib y en zonas cercanas al último bastión rebelde en el noroeste de Siria, muchos de ellos desplazados llegados en los últimos años desde otros puntos del país huyendo de la guerra.

Miles de familias han huido desde el norte de Hama hacia localidades situadas cerca de la frontera con Turquía, refugiándose en campos y en las cunetas de las carreteras, mientras en los ya abarrotados campos de desplazados en algunas zonas el número de personas se ha cuadruplicado, según Save the Children.

Los bombardeos aéreos y los disparos de artillería en el noroeste han provocado daños en 18 instalaciones de salud que ofrecen servicio a 200.000 personas y matado a cuatro trabajadores sanitarios, según la ONU. Como resultado de ello, la mayoría de las instalaciones han suspendido sus actividades.

Además, más del 65 por ciento de las escuelas en Hama se han visto obligadas a cerrar, según los socios de Save the Children en la zona. La escalada de violencia se ha producido coincidiendo con los exámenes finales, lo que ha impedido que 250.000 escolares terminaran las pruebas y por tanto perderán todo un año escolar.

Así las cosas, Khush ha pedido a todas las partes que respeten el Derecho Internacional Humanitario y los Derechos Humanos, así como la puesta en marcha de "mecanismos adecuados" para garantizar que los responsables rinden cuentas entre otras cosas de "todas las graves violaciones contra los niños".

"Escuelas, hospitales y otra infraestructura civil vital deben ser protegidos de ataques", ha reclamado la responsable de Save the Children, que ha incidido en que "los niños son especialmente vulnerables al impacto de armas explosivas y las partes enfrentadas deberían hacer un esfuerzo particular para protegerlos".