NOM PEN, 27 Dic. (Reuters/EP) -
El primer ministro de Camboya, Hun Sen, ha prometido extender sus más de 30 años en el poder en el país durante al menos otra década, semanas después de que el Tribunal Supremo ilegalizara al principal partido opositor de cara a las elecciones generales de 2018.
"Seguiré siendo elegido primer ministro durante otros dos mandatos, lo que no son menos de diez años", ha dicho, en un discurso ante cientos de trabajadores textiles en una pagoda en los alrededores de la capital, Phnom Penh.
"Espero que vosotros, y también vuestros padres y abuelos, si siguen vivos, así como vuestras familias, apoyen al Partido del Pueblo de Camboya (CPP) el 29 de julio de 2018 --fecha de las elecciones--", ha agregado.
"Tenéis que recordar que si queréis mantener vuestros empleos (...) no debéis dar oportunidad a nadie, camboyano o extranjero, a destruir la paz", ha remachado Sen.
Sen cuenta con vía libre hacia la reelección tras la ilegalización del Partido Nacional del Rescate de Camboya (CNRP) por parte del Supremo, que impuso además cinco años de inhabilitación a 118 miembros de este partido.
El Gobierno camboyano solicitó al alto tribunal la disolución de esta formación por las acusaciones de traición contra el líder del CNRP, Kem Sokha, quien aparece en un vídeo de 2013 hablando sobre la implantación de una estrategia para desplazar al actual Ejecutivo. Sohka fue detenido en septiembre.
Grupos defensores de los Derechos Humanos del país acusan a Sen, quien ha amenazado con librar una guerra si pierde los comicios, de orquestar el caso judicial contra el CNRP y de provocar la huida de más de la mitad de los diputados opositores.
Sokha rechazó los cargos por traición presentados contra él, denunciando la operación en la que fue detenido en su vivienda el 3 de septiembre como una violación de su derecho a la privacidad y a su inmunidad parlamentaria.
Así, recalcó que, en una democracia, la tarea del líder de la oposición es intentar sacar del poder al partido gubernamental, si bien aseguró que que ha intentado hacerlo "de forma pacífica y positiva".
"Si el partido opositor no intenta reemplazar al partido gubernamental, no puede ser llamado partido opositor. Mis acciones no son ilegales", remachó.
Sokha fue nombrado presidente del partido opositor en febrero, después de que su predecesor, Sam Rainsy, dimitiera a causa de una legislación que prohíbe que los partidos estén encabezados por personas condenadas.
Rainsy se marchó al exilio para evitar ser condenado por cargos de difamación, que afirma que fueron presentados contra él por motivos políticos y para apartarle del partido opositor.