WASHINGTON, 23 Abr. (Reuters/EP) -
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha instado al Gobierno sirio a que ponga fin a su "atroz uso de la violencia" contra los manifestantes y ha acusado al presidente de Siria, Bashar al Assad, de buscar el apoyo de Irán para reprimir a la población civil.
"El atroz uso de la violencia (por parte del Gobierno sirio) para sofocar las protestas debe llegar a su fin ya", ha señalado Obama a través de un comunicado hecho público por la Casa Blanca.
"En lugar de escuchar a su propio pueblo, Al Assad está culpando a elementos extranjeros y buscando la ayuda del Gobierno de Irán para reprimir a los ciudadanos sirios con las mismas tácticas brutales que fueron utilizadas por sus aliados iraníes", ha dicho.
Obama ha condenado la violencia de las fuerzas de seguridad pero no se ha referido a ninguna respuesta potencial por parte de Estados Unidos en caso de que el Gobierno sirio se niegue a escuchar sus peticiones. Las Fuerzas Armadas estadounidenses se encuentran enfrascadas en la campaña militar contra el líder libio, Muamar Gadafi, y la Administración Obama se muestra cautelosa ante la posibilidad de abrir otro frente en la región, donde sus tropas se encuentran involucradas en las guerras de Irak y Afganistán.
Estados Unidos ha respondido de diferentes maneras a las protestas que se suceden en Oriente Próximo y Magreb. Mientras en Egipto mantuvo una presión pacífica contra Hosni Mubarak, en Libia se ha unido a la misión de la OTAN para imponer una zona de exclusión aérea contra las tropas de Gadafi.
En el caso de Siria, Obama ha intentado mantener la presión sobre el Gobierno de Al Assad para que responda de manera positiva a las peticiones de la población. "Nos oponemos firmemente al trato por parte del Gobierno sirio a su población y nos oponemos a su comportamiento continuado y desestabilizador, que incluye su apoyo al terrorismo y a grupos terroristas", ha apostillado Obama.
Por último, el presidente estadounidense ha asegurado que su país continuará "apoyando la democracia y los derechos universales que todos los seres humanos merecen, en Siria y en todo el mundo".
JORNADA VIOLENTA
Al menos 88 civiles han muerto este viernes en el marco de las revueltas desatadas en varios puntos de Siria contra el Gobierno de Bashar al Assad, según un nuevo balance ofrecido por los activistas que coordinaban estas movilizaciones. Los Comités de Coordinación local han enviado una lista con los nombres de las 88 personas, clasificadas por región, que han fallecido en las protestas en las áreas entre Latakia y Homs, Hama, Damasco e Izra (sur).
Los activistas sirios se han manifestado este viernes de forma coordinada en distintos puntos del país para reclamar democracia y la ilegalización del partido gobernante, Baaz. Decenas de miles de personas han salido a la calle para "derrocar al régimen", como se ha coreado en algunas de estas marchas.
Las movilizaciones han seguido adelante un día después de que el presidente, Bashar Al Assad, firmara el decreto por el que se anula el estado de emergencia, que estaba en vigor desde 1963 y cuyo levantamiento era una de las principales demandas de las protestas.
La llamada a la movilización, bajo la denominación de 'Gran Viernes', ha sido secundada en numerosos puntos del país, desde la ciudad mediterránea de Banias a las localidades orientales de Deir al Zor o Qamishli. En Damasco, las fuerzas de seguridad dispersaron con gas lacrimógeno una concentración a la que habían acudido 2.000 personas y que se celebraba en el distrito de Midan.
Sin embargo, el gas lacrimógeno no habría sido el único sistema utilizado por las fuerzas del Gobierno de Al Assad para sofocar las revueltas, ya que, por ejemplo, testigos en la ciudad de Hama han informado de que los agentes abrieron fuego contra manifestantes que intentaban alcanzar la sede del partido Baaz.
Las fuerzas de seguridad también habrían utilizado fuego real en el distrito de Barzeh de la capital o en el suburbio de Barzeh, en las inmediaciones de Damasco, así como en la ciudad de Homs y sobre un grupo de personas que se dirigía a Deraa.
SILENCIO SOBRE MANIFESTACIONES
La agencia de noticias nacional siria, SANA, en su edición digital, no hace mención alguna a los opositores fallecidos este viernes supuestamente a manos de las fuerzas de seguridad.
Sin embargo, al menos 70 manifestantes han fallecido en Siria en el marco de una nueva jornada de movilizaciones convocadas por la oposición al régimen de Bashar al Assad, según un balance de la organización siria pro Derechos Humanos Sawasiah.
Un portavoz de la organización, fundada por el abogado detenido Mohannad al Hassani, ha explicado a Reuters que los fallecimientos se han producido en el distrito de Barzeh, localizado en Damasco, y los suburbios de Zamalka, Harasta, Douma, Muadamiya, Qaboun y Hajar al Asswad, así como en las localidades de Hama, Latakia, Homs e Izra'a.
SANA asegura que estas marchas, en cambio, han tenido un seguimiento "limitado" y destaca que no habría surtido efecto la "campaña de incitación" emprendida por medios de comunicación extranjeros y disidencia.
La nota difundida por la agencia en su página web asegura, además, que las fuerzas de seguridad han seguido "de cerca" estas concentraciones y han actuado "parcialmente" en algunos puntos como los alrededores de Damasco. SANA únicamente recoge que la Policía ha usado "mangueras y gas lacrimógeno", pese a que la oposición denuncia el uso de fuego real, y advierte de que las fuerzas actuaron "para proteger propiedades privadas".
El Ministerio del Interior sirio ha recordado que cualquier manifestación que se celebre debe contar una autorización de las "autoridades competentes, para proteger la "seguridad" de los asistentes y que éstos puedan "ejercer su derecho de una forma civilizada".
