STRINGER AFGHANISTAN / REUTER
MADRID, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los talibán ejecutaron por ahorcamiento el lunes a ocho de sus milicianos por la decapitación de siete civiles a los que habían secuestrado previamente en la provincia de Zabul, según ha informado la agencia afgana de noticias Jaama Press.
Los secuestrados fueron ejecutados en el marco de los enfrentamientos registrados en los últimos días en la provincia entre dos facciones rivales del grupo, que se han saldado con la muerte de al menos 80 personas.
Los ejecutados eran miembros de la comunidad chií hazara y entre ellos figuraba un menor de edad, según las autoridades locales. El presidente del país, Ashraf Ghani, condenó el suceso y lo tildó de "acto atroz" y "signo de desesperación y derrota".
Los enfrentamientos han sido protagonizados por por un grupo leal al líder del grupo, el mulá Ajtar Mansur, mientras que el otro es leal al mulá Mansur Dadulá, 'número dos' de una facción rebelde creada esta misma semana.
Varios comandantes talibán que se opusieron al nombramiento del mulá Mansur como líder del grupo nombraron el lunes al mulá Mohamad Rasul como líder de una escisión de la formación, según fuentes talibán citadas por el diario paquistaní 'The Express Tribune'.
Rasul fue uno de los comandantes que se negó a jurar fidelidad a Mansur como nuevo líder de los talibán tras la confirmación de la muerte del hasta entonces líder supremo del grupo, el mulá Muhamad Omar.
Los talibán rebeldes, que se autodenominan Alto Consejo del Emirato Islámico de Afganistán, nombraron además a Dadulá como 'número dos' de la facción, lo que supone un desafío para Mansur debido a la influencia de Dadulá en el sur del país.
Dadulá, hermano del importante comandante talibán Dadulá Ajund, había rechazado igualmente el nombramiento de Mansur y llegó a afirmar que Omar no murió por causas naturales, sino que fue asesinado.
Los talibán confirmaron oficialmente en julio que el mulá Omar llevaba muerto más de dos años después de que los servicios secretos afganos filtraran la noticia. Al día siguiente eligieron al mulá Mansur, hasta entonces 'número dos' de los talibán, como líder del grupo.
Muchos de los comandantes talibán y también la familia del mulá Omar expresaron su malestar con este nombramiento, ya que lo consideran demasiado cercano a Pakistán. Además, cuestionan el hecho de que Mansur ocultara durante dos años la muerte de Omar, defendido para fomentar la cohesión de los talibán.
Los talibán se vieron entonces arrastrados a una disputa en torno a la sucesión marcada por las diferencias entre Mansur y el mulá Mohamad Yaqub, hijo mayor de Omar, si bien éste juró finalmente su fidelidad al nuevo líder en septiembre.