PARÍS, 23 May. (Reuters/EP) -
Los trabajadores de la refinería de Port Jerome, en el norte de Francia, han aprobado este lunes ir a la huelga y sumarse así a las movilizaciones contra la reforma laboral aprobada por el Gobierno socialista por decreto ley el pasado 10 de mayo. La refinería tiene capacidad para procesar 240.000 barriles diarios.
Los sindicatos Confederación General del Trabajo (CGT) y Fuerza Obrera (FO) han informado de que la huelga y bloqueo de la refinería comenzará a las 6.00 horas del martes, con lo que impedirán la entrada de crudo y la salida de productos derivados.
Una portavoz de la empresa propietaria de la refinería, Exxon, había afirmado en declaraciones a Reuters antes del anuncio sindical que la huelga que ha afectado la producción de las refinerías de Total, su rival comercial, no había tenido impacto en Exxon.
Mientras, han comenzado otras huelgas en terminales petroleras y gasísticas y continúan los bloqueos en depósitos de combustible en la ciudad de Marsella.
Las huelgas rotativas comenzaron en marzo y han ganado ritmo en las últimas semanas hasta interrumpir el suministro de Francia desde el viernes con piquetes en los depósitos de combustible.
La empresa Total, responsable de cinco de las ocho refinerías de Francia, ha anunciado que ha iniciado el proceso de cierre de las refinerías de Normandía y de Donges. Además, la refinería de Grandpuits, a las afueras de París, y la de Feyzin, también están cerradas, mientras que la de La Mede opera en mínimos.
"Está claro que el descontento con la ley es firme", han asegurado CGT y FO en un comunicado. Este lunes también ha comenzado una huelga en la terminal petrolera de Fos-Lavera. "No hay ningún barco operando en las instalaciones", ha señalado el secretario general de la CGT, Pascal Galéoté, en declaraciones a Reuters desde Marsella.
La CGT también ha informado de que también se sumarán a la huelga en la noche del lunes los trabajadores de Elengy, que gestiona tres plantas de gas natural.
Mientras, el Gobierno asegura que el suministro está garantizado a pesar de que cientos de gasolineras se han quedado sin combustible, lo que ha generado una oleada de pánico y compras comulsivas. El ministro de Finanzas, Michel Sapin, ha acusado a la CGT de convertir a Francia en su "rehén" y ha advertido de que adoptarán las medidas necesarias para poner fin a los bloqueos y que se reanude la producción en las refinerías.
