Los sentimientos ultranacionalistas afloran en el país euroasiático con ataques contra ciudadanos kurdos y nuevos reclutas
ESTAMBUL (TURQUÍA), 23 (Del corresponsal de EUROPA PRESS, Ildefonso González)
Unas 10.000 personas se manifestaron esta mañana en el centro moderno de la parte europea de Estambul para expresar su rechazo a los últimos atentados terroristas cometidos por el grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y exigir una operación militar transfronteriza de Turquía en el norte de Irak.
La multitud recorrió la Avenida de la República y llegó hasta la Plaza de Taksim, uno de los centros neurálgicos de la megalópolis turca, ataviados con numerosas banderas turcas y retratos de los soldados que han caído durante los últimos días en ofensivas del PKK en el sureste del país.
"Todos somos Mehmets", calificativo que se utiliza a menudo en Turquía para referirse a los militares, o "Los mártires no mueren, el país no está dividido" eran algunas de las principales consignas coreadas en la manifestación, a la que también se unieron agentes de la Policía local.
Desde el pasado domingo, cuando 12 soldados turcos murieron y otros ocho fueron secuestrados en un ataque de insurgentes kurdos en la provincia de Hakkari, fronteriza con Turquía, las concentraciones populares no han dejado de sucederse en la mayoría de las 81 provincias en que se divide el país euroasiático. Precisamente, hoy se celebrarán los funerales de los 12 "mártires", como se denominan en Turquía a las tropas muertas en combate.
Muchas de las concentraciones comienzan espontáneamente con un puñado de personas y terminan convirtiéndose en manifestaciones de un tamaño considerable. Ayer, unas 25.000 personas, la mayoría estudiantes, marcharon hasta el Mausoleo de Atatürk en Ankara. Una cifra similar se alcanzó en las calles de Karabuk (norte), mientras que unas 10.000 personas salieron a las calles de Kayseri (centro), otras 10.000 en Zonguldak (noroeste) y en torno a 5.000 en Hatay (sur).
MÁS RECLUTAS
En ninguna de las protestas faltan las arengas ultranacionalistas y las críticas a la Unión Europea y, sobre todo, a Estados Unidos, país al que califican de "imperialista". Tal es el clima de fervor que se respira en estos momentos en Turquía que miles de personas se han registrado voluntariamente para engrosar las filas del Ejército durante las últimas horas, sobre todo en la ultraconservadora provincia de Kayseri.
Asimismo, se han multiplicado los ataques o intentos de ataque contra ciudadanos kurdos de Turquía, así como contra sedes del prokurdo Partido de la Sociedad Democrática (DTP), que se ha ofrecido para mediar en la liberación de ochos soldados turcos tomados como rehenes por el PKK. Mientras, cada vez más hogares decoran sus balcones con banderas nacionales, al menos en Estambul, en solidaridad con los militares abatidos y contra el terrorismo kurdo.
Mientras, en los medios de comunicación locales encuentran cabida desde los llamamientos a la calma hasta las soflamas más incendiarias a favor de una operación militar transfronteriza. "La cólera crece contra el PKK", titulaba hoy a toda página el diario de gran circulación 'Vatan'. "Una operación transfronteriza parece inevitable", estimaron varios columnistas de la prensa turca.
Por su parte, el liberal 'Milliyet' valoraba que las manifestaciones que se suceden por todo el territorio nacional "pueden dejar poco espacio de maniobra al Gobierno turco". "Turquía puede verse forzada a lanzar una incursión en el norte de Irak no sólo para satisfacer las expectativas públicas, sino también para preservar su propia credibilidad", agregaba.
En este sentido, el secretario de Estado turco de Asuntos Exteriores, Ertugrul Apakan, advertía ayer al referirse a la creciente presión popular: "No tenemos tiempo. El pueblo turco se manifiesta en las calles. No podemos esperar sin hacer nada".