ESTAMBUL (TURQUIA), 28 Feb. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Ildefonso González) -
El patriarca armenio, Mesrob II, alertó a las autoridades de Estambul del peligro que corría la vida del periodista Hrant Dink dos meses antes de su asesinato el pasado enero, justo después de la aprobación de una ley sobre el genocidio armenio en Francia, según informó hoy el diario local 'Milliyet'.
Mesrob II hizo llegar al gobernador de Estambul, Muammer Guler, una lista de siete páginas con las instituciones armenias que podrían ser objeto de eventuales ataques. Por ello, el patriarca armenio reclamó a Guler la adopción de medidas de seguridad adicionales para proteger estos lugares, entre los que figuraba la oficina de la revista 'Agos' en Estambul, de la que Dink era propietario y director.
Sin embargo, las fuerzas de seguridad de Estambul no dieron ninguna protección especial a la sede de la publicación o a Dink y, dos meses después, el periodista de origen armenio era abatido a tiros a la salida de 'Agos' por un joven ultranacionalista.
'Milliyet' recuerda además que un día después de su asesinato, el jefe de la Policía de Estambul, Celalettin Cerrah, argumentó que la Policía no tomó medidas para garantizar la seguridad de Dink porque el propio afectado no las había pedido. La prensa turca reveló pocos días después del crimen que tanto la Policía como la Gendarmería turcas estaban al tanto de los preparativos gracias a un informador que tenían infiltrado en la provincia de Trebisonda (noreste de Turquía).
Las advertencias de Mesrob II se produjeron a raíz de que la Cámara Baja del Parlamento galo aprobase el 12 de octubre de 2006 un proyecto de ley que convierte en crimen negar que los armenios sufrieron un genocidio a manos del Ejército otomano durante la I Guerra Mundial, una decisión que despertó la ira de Turquía, sobre todo de los medios ultranacionalistas. El patriarca armenio ha asegurado recientemente que ha recibido amenazas de muerte en correos electrónicos procedentes de "la misma fuente" que se los envió a Dink.
