MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
La Unión Africana (UA) ha aplaudido este lunes el arresto en Francia del millonario Félicien Kabuga, considerado el principal financiador del genocidio de Ruanda de 1994 y uno de los individuos más buscados por estos sucesos, tras 23 años fugado de la Justicia.
El presidente de la Comisión de la UA, Moussa Faki Mahamat, ha recordado que el arresto va en línea con la decisión del Consejo de Paz y Seguridad del organismo regional de 2019, cuando pidió a la comunidad internacional que se arrestara, juzgara o extraditara a fugitivos acusados de genocidio.
Así, ha destacado que se trata de "un hito en los esfuerzos colectivos para garantizar que estos atroces crímenes contra la Humanidad nunca tienen lugar de nuevo", al tiempo que ha reclamado a la comunidad internacional que "redoble sus esfuerzos" para luchar contra "la ideología del genocidio, el negacionismo y la impunidad".
Por último, Faki Mahamat ha pedido mantener "los esfuerzos colectivos y la cooperación" entre los estados miembro de la UA para arrestar al resto de fugitivos. "Garanticemos que se hace justicia a las víctimas y supervivientes del genocidio de 1994 contra los tutsi en Ruanda", ha remachado.
La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) ha descrito durante la jornada el arresto de Kabuga como un paso de cara a hacer justicia por estos crímenes 26 años después de los mismos.
Así, la directora ejecutiva de HRW para África, Mausi Segun, ha dicho que es "una gran victoria para las víctimas y los supervivientes del genocidio en Ruanda, que han esperado más de dos décadas para ver a esta importante figura hacer frente a la Justicia".
"Los implicados en brutales atrocidades deberían tomar nota de que la ley puede alcanzar a cualquiera, incluso a los que parecen intocables", ha manifestado, en referencia a que Kabuga permanecía fugado de la Justicia desde 1997.
En este sentido, ha resaltado que "el arresto de sospechosos puede ser uno de los desafíos más complicados para que los tribunales internacionales logren hacer justicia por los crímenes atroces, ya que no cuenta con sus propias fuerzas policiales".
"Sigue habiendo preguntas sobre cómo pudo Kabuga evadir a la Justicia durante más de dos décadas, pero la cooperación entre gobiernos ha hecho posible para las víctimas y supervivientes verle hacer frente a un juicio, lo que debe repetirse para garantizar la entrega de más acusados de crímenes de guerra que se encuentran fugados", ha zanjado Segun.
EL ARRESTO DE KABUGA
Kabuga, de 84 años, fue detenido en la madrugada del sábado en Asnières del Sena, donde residía con una identidad falsa, en una operación "sofisticada y coordinada, con registros simultáneos en varios lugares".
El magnate estaba en busca y captura de Interpol por orden de Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR), que le acusa de siete cargos genocidio y crímenes contra la Humanidad por el genocidio.
Kabuga, un empresario de etnia hutu, está acusado de financiar a las milicias que perpetraron la matanza de cerca de 800.000 tutsis y hutus moderados durante un periodo de cien días en 1994. Además era el presidente del comité de gestión de la Radio Televisión Libre de las Mil Colinas (RTLM), considerada "la voz del genocidio".
Hasta la fecha, el TPIR sólo había conseguido bloquear sus cuentas bancarias en Francia, Suiza y Bélgica. El Gobierno estadounidense había ofrecido una recompensa de cinco millones de dólares (4,1 millones de euros) por cualquier información que permita su detención.
En julio de 1994 se refugió en Suiza, de donde fue expulsado un mes más tarde. A continuación huyó a la antigua Zaire (actual República Democrática del Congo) antes de establecerse en Kenia, donde escapó al menos a tres operaciones conjuntas de la Policía keniana y del TPIR.
Posteriormente, el empresario se ha desplazado por varios países africanos, donde fue comprando su protección y creando numerosas relaciones personales en todo el continente.