RANGÚN, 9 Ene. (Reuters/EP) -
El enviado de la Unión Europea (UE) a Birmania, Kristian Schmidt, y el expresidente estadounidense Bill Clinton han reclamado este lunes la liberación de los dos periodistas de la agencia británica de noticias Reuters detenidos en diciembre en el país.
Los dos periodistas, Wa Lone, de 31 años, y Kyaw Soe Oo, de 27, fueron arrestados después de que fueran invitados a cenar con miembros de la Policía en las afueras de Rangún y desde entonces permanecen bajo custodia. También fueron arrestados un capitán y un sargento de la Policía.
El Ministerio de Información ha indicado que están detenidos por "adquirir información de forma ilegal con la intención de compartirla con la prensa extranjera". Están siendo investigados bajo la Ley de Secretos Oficiales de 1923.
"La situación equivale a una grave intimidación contra los periodistas en general y contra los de Reuters en particular", ha dicho Schmidt, en una carta enviada a las autoridades birmanas y recogida por esta misma agencia.
"Los periodistas deben (...) poder trabajar en un ambiente libre sin miedo a la intimidación, el arresto indebido y la imputación", ha subrayado, reclamando al Gobierno que "dé la protección legal necesaria a estos dos periodistas, garantice el respeto total de sus derechos fundamentales y les libere inmediatamente".
Clinton ha destacado además que "una prensa libre es fundamental para una sociedad libre". "La detención de periodistas en cualquier lugar es inaceptable. Los periodistas de Reuters detenidos en Birmania deben ser liberados inmediatamente", ha recalcado en un mensaje en su cuenta en la red social Twitter.
Los periodistas de Reuters están en Birmania para cubrir la crisis de los rohingya. Más de 400 han muerto y más de 600.000 han huido a Bangladesh a causa de la operación militar puesta en marcha por el Gobierno contra esta minoría en represalia por un ataque perpetrado el pasado 25 de agosto por insurgentes rohingya contra las fuerzas de seguridad.
Naciones Unidas ha advertido de que la actuación de las fuerzas birmanas contra los rohingya puede interpretarse como una "limpieza étnica". El lunes, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, dijo no descartar que la líder birmana, Aung San Suu Kyi, pueda ser acusada de genocidio.