BRUSELAS, 14 May. (EUROPA PRESS)
El pleno Parlamento Europeo dio hoy luz verde por 409 votos a favor, 197 en contra y 79 abstenciones al acuerdo pesquero entre la UE y Marruecos, del que España será el principal beneficiario. Obtendrá finalmente 100 de las 119 licencias disponibles y además podrá pescar 400 toneladas de especies pelágicas (sardinas, caballa y jurel).
Tras el visto bueno de la Eurocámara, los ministros de Pesca de los Veinticinco aprobarán definitivamente el acuerdo el próximo 22 de mayo. Para que entre en vigor, como está previsto, el 1 de junio también debe ser ratificado por el Consejo y el Gobierno marroquí.
Uno de los puntos más polémicos ha sido el de la inclusión en el acuerdo de las aguas del Sáhara Occidental. Los eurodiputados rechazaron por una amplia mayoría una serie de enmiendas que expresaban su reserva a que el pacto abarque las aguas situadas al Sur del paralelo 27°40'N. Según estas enmiendas, el derecho internacional no reconoce la soberanía o jurisdicción del Reino de Marruecos sobre el territorio del Sáhara Occidental, por lo que no deberían ser objeto del compromiso.
El informe, no vinculante, se ha tramitado por la vía ordinaria tras el rechazo el pasado 4 de abril por parte de la Eurocámara de hacerlo por la vía de urgencia, tal y como solicitaban los Veinticinco.
La contribución financiera que pagará la UE a Marruecos en el acuerdo para el periodo 2006-2010 asciende a 163 millones de euros, es decir, 40,7 millones al año. De esta cantidad, 13,6 millones los tendrán que pagar los propietarios de los buques beneficiarios de licencias.
Los fondos de la UE se destinarán al desarrollo y aplicación de la política pesquera en Marruecos para lograr que ésta se ejerza de manera sostenible y responsable. También se invertirá en el desarrollo de la población costera marroquí y en la creación de pequeñas y medianas empresas locales del sector pesquero.
El último acuerdo pesquero firmado con Marruecos expiró en 1999. No incluía una cláusula de renovación, con lo que Rabat dio a entender que era el último de esa categoría que celebraba con la UE.
La negativa marroquí llevó a que las relaciones pesqueras oficiales se interrumpieran, y dio lugar a una importante reestructuración del sector pesquero comunitario que operaba en la zona. Se aprobó un plan específico de reconversión de la flota afectada que sólo en España afectó a unos 244 buques de los 397 que allí operaban, y que daban empleo directo a casi 4.000 tripulantes.
El nuevo acuerdo es mucho más modesto que el anterior en sus planteamientos y objetivos, número de barcos autorizados y posibilidades de pesca otorgadas y, en consecuencia también, en cuanto a la contrapartida financiera.
