BRUSELAS, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los partidos políticos de la Eurocámara estudian crear un "cordón sanitario" para aislar al nuevo grupo de extrema derecha que se constituirá formalmente la semana que viene con el nombre 'Identidad, Tradición y Soberanía', y evitar así que sus miembros puedan ocupar cargos en las diferentes comisiones parlamentarias que tienen que renovarse en los próximos días.
El líder del grupo socialista, Martin Schulz, tiene previsto enviar una carta a los presidentes del resto de grupos políticos en la que les propondrá formalmente poner en marcha este "cordón sanitario", según informó hoy su portavoz, Dimitris Komodromos. Además, los socialistas quieren cambiar en el futuro el reglamento del Parlamento y aumentar el umbral mínimo de 20 diputados necesario para formar un grupo político.
"La carta invitará a los otros grupos a cooperar para que los candidatos de ese grupo no sean elegidos para ningún cargo. Se trata de hacer un esfuerzo por excluirlos porque consideramos que es un grupo peligroso para la democracia. Aparte del extremismo, no hay nada que una a sus miembros", explicó el portavoz.
El resto de formaciones mayoritarias coincidieron en la necesidad de aislar a los miembros de 'Identidad, Tradición y Soberanía', aunque no utilizaron el término "cordón sanitario".
El portavoz del Partido Popular Europeo, Robert Fitzhenry, destacó que el nuevo grupo tendrá "muy poca presencia" y será "precario", ya que al constar sólo de 20 miembros no tiene derecho a ninguna vicepresidencia de la Eurocámara y como mucho le corresponderá una o dos vicepresidencias de comisiones parlamentarias, siempre que se les elija. "No puedo imaginar a mis eurodiputados votando por ellos", dijo.
Por su parte, los liberales se declararon "muy preocupados" y lamentaron la constitución de 'Identidad, Tradición y Soberanía', según explicó su portavoz, Neil Corlett. "No estamos obligados a cooperar con ellos y no les invitaremos a sumarse a nuestras iniciativas políticas", afirmó. No obstante, insistió en que sería "antidemocrático" tratar de cambiar las reglas para impedir su presencia en la Eurocámara. También desde el grupo de los Verdes se mostraron partidarios de aislar a los parlamentarios de extrema derecha.
El nuevo grupo ultraderechista se constituirá formalmente la próxima semana y estará presidido por el parlamentario francés del Frente Nacional, Bruno Gollnisch. Su creación ha sido posible gracias a la incorporación de Rumanía y Bulgaria a la Unión Europea, que aportan 6 de los 20 diputados que exige el artículo 29 del reglamento de la Cámara para tener un grupo parlamentario propio.
Siete eurodiputados franceses de FN; cinco rumanos del partido Romania Mare; tres belgas de los independentistas flamencos del Vlaams Belang; dos italianos, entre ellos la nieta de Mussolini, Alessandra; un austriaco, del FPÖ de Haider; un británico independiente y un búlgaro de Attack son los integrantes del nuevo grupo.
Entre los principios que persiguen figura la defensa de los valores cristianos, la familia tradicional y la civilización europea. En su programa está además la protección de los "intereses nacionales", "soberanías, identidades y diferencias", así como "libertades y derechos heredados por todos", respeto del Estado de derecho y oposición a una Europa "unitaria, burocrática y a un super-Estado europeo".
