LUXEMBURGO, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, advirtió hoy de que las consecuencias de la falta de acuerdo sobre el nuevo Tratado simplificado durante la cumbre que se celebrará en Bruselas el jueves y el viernes serían "tremendas".
España y Francia presentaron una propuesta conjunta, a la que se sumó Italia, con los "doce mandamientos" que, a su juicio, debería incluir el nuevo texto, entre los que se encuentra el sistema de votación por doble mayoría, lo que deja todavía más aislada a Polonia, que amenaza con vetar el compromiso final.
"¿Cuál sería el papel de la UE si fracasamos el próximo Consejo?. Las consecuencias serían tremendas en un mundo tan difícil, con necesidad de una Europa liderando los grandes temas que afectan a la seguridad y al futuro de la comunidad internacional, y por lo tanto no nos podemos permitir un fracaso. Y con esa voluntad de que no nos podemos permitir un fracaso, yo creo que todos los Estados miembros harán un esfuerzo para alcanzar un consenso necesario", dijo Moratinos al término del cónclave.
Explicó que la reunión permitió realizar algunos avances y crear una "dinámica positiva". Todos los ministros se comprometieron a acudir a la cumbre con un "espíritu constructivo" y con voluntad de consenso. Al término del encuentro, el representante alemán y presidente de turno, Frank-Walter Steinmeier, señaló que se sentía "moderadamente optimista" con el resultado del Consejo Europeo.
Moratinos admitió que todavía quedan puntos "conflictivos" que deberán resolver los jefes de Estado y de Gobierno. Además del voto por doble mayoría, explicó que todavía hay países que mantienen reservas a la hora de incluir en el nuevo Tratado la primacía del Derecho comunitario sobre el nacional, la personalidad jurídica única de la UE, el carácter vinculante de la Carta de Derechos Fundamentales, la supresión de la estructura por pilares o el refuerzo de la política exterior.
No obstante, insistió en que ya "se han marcado lo que van a ser los parámetros y fundamentos de ese Tratado de la UE". Destacó que "no hay plan B" y que, para convencer a Polonia durante la cumbre, la presidencia y el resto de Estados miembros tendrán que buscar "salidas" a través de la "convicción" y la "persuasión". "Hasta el último momento nunca se sabe cuál es la línea roja de países, en este caso como Polonia, para aceptar lo que todos los demás aceptamos como regla de juego, que es la doble mayoría, la doble legitimidad de Estados y ciudadanos", dijo.
Señaló que la palabra 'Constitución' ya no aparecerá en el texto y que éste es el "precio" que han tenido que "pagar" los 18 países que la han ratificado "en aras del consenso". A cambio, aseguró que estos Estados miembros no se conformarán con simples "arreglos cosméticos" sino que buscarán que se mantenga la "sustancia" del Tratado constitucional.
En lo que se refiere a la posible eliminación del Tratado simplificado de los símbolos de la UE -la bandera, el himno, o el euro-, Moratinos aseguró que se trata de un "debate ridículo" porque "para satisfacer a algunos países y para evitar el referéndum formalmente se van a eliminar los símbolos, pero los símbolos van a seguir existiendo".
