BRUSELAS, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los sindicatos europeos han exigido a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, que este jueves y viernes se reúnen en Bruselas, que pongan fin a las "curas drásticas de austeridad" con las que están afrontando la crisis económica y les han hecho responsables de "acelerar la degradación social" en los países de la UE.
"Los gobiernos europeos deben suspender sus ataques contra los asalariados y la ayuda social, deben actuar juntos y no precipitarse más de una crisis a otra. Tampoco desmantelar nuestra Europa social", ha pedido el secretario general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), John Monks, en una rueda de prensa.
Monks ha insistido en que pese a las dificultades económicas y la crisis de deuda los líderes europeos "sí tienen elección" y les ha pedido que opten por "el camino del crecimiento y el empleo", lo que en su opinión choca con medidas de austeridad como el recorte del gasto público.
Los sindicatos europeos han convocado esta mañana una concentración simbólica ante la sede de la Comisión Europea en Bruselas para reclamar a los gobiernos que no cedan a "los dictámenes de los especuladores y de los bancos irresponsables" y reprocharles que estén impulsando una política de austeridad "ciega y asocial" que hará a los trabajadores "pagar la factura" de la crisis.
También han exigido un plan de recuperación "eco-solidario" que convierta el empleo actual en empleo "duradero" y que contribuya a la creación de nuevos puestos de trabajo "de calidad".
Monks ha indicado que el acto de Bruselas tiene por objetivo "apoyar las acciones descentralizadas" que están teniendo lugar en varios países de la UE y se ha comprometido a llevar mañana el mensaje de la protesta al presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.
Por su parte, un portavoz del EPSU (Sindicato Europeo del Servicio Público), Pablo Sánchez Centellas, ha explicado que la protesta en la capital europea es también un gesto de solidaridad con otras manifestaciones que este miércoles se celebran en la UE, incluidas varias capitales de provincia españolas, según ha dicho.
"Somos los primeros en la línea de fuego", ha criticado en referencia a la situación de los trabajadores públicos en los distintos Estados miembros que han adoptado medidas de ajuste.
Además ha considerado "bastante probable" una nueva movilización en España en línea con la huelga del pasado mes de septiembre porque, a su juicio, la crisis de Gobierno que propició la entrada de Valeriano Gómez como ministro de Trabajo es un cambio "cosmético". El Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero no defiende el diálogo social, "sino un monólogo".
