NAIROBI 12 Ene. (EP/AP) -
Las frágiles negociaciones de paz entre el Gobierno de Uganda y los rebeldes del Ejército de Resistencia del Señor (LRA), que se están celebrando en la capital de la provincia semiautónoma de Sur de Sudán, Juba, sufrieron hoy un nuevo golpe tras la retirada de la delegación rebelde alegando amenazas a su seguridad y que ya no son bienvenidos por los mediadores sudanés.
El LRA dijo que no participarán más en las negociaciones en Juba, que comenzaron tras la firma de un alto el fuego entre ambas partes el pasado mes de agosto.
En un discurso pronunciado esta semana, el presidente de Sur de Sudán, Salva Kiir, que lidera los esfuerzos de mediación, expresó su preocupación por unos supuestos asaltos del LRA en la provincia sudanesa. Los rebeldes ugandeses "tendrán que elegir entre guerra o paz, de lo contrario no mediaremos mientras nuestros ciudadanos están siendo masacrados", dijo Kiir.
Los rebeldes quieren ahora que las negociaciones se trasladen a Kenia o Sudáfrica, manifestó el portavoz del LRA, Obonyo Olweny. Sus combatientes al mismo tiempo permanecerán en dos campos neutrales como parte del acuerdo de alto el fuego, afirmó.
Por su parte, el Gobierno ugandés expresó sorpresa por la retirada rebelde. "No sólo es desafortunado sino también chocante", dijo el portavoz del equipo negociador gubernamental, Paddy Ankunda. "Volveremos con nuevas ideas. Podríamos también tratar de convencerles para continuar la negociación", propuso.
Olweny aseguró que los rebeldes están aún comprometidos con un acuerdo mediado y negociado, pero que su retirada de estas conversaciones responde a los comentarios de Kiir y del presidente sudanés, Omar Al Bashir, quien aseguró el pasado martes que la única solución al problema ugandés era militar.