Archivo - El presidente de Uganda, Yoweri Museveni
Archivo - El presidente de Uganda, Yoweri Museveni - XINHUA / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO - Archivo
Publicado: lunes, 4 julio 2022 15:25

MADRID, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Ejército de Uganda ha tildado de "invento" los informes que apuntan a la entrega de entrenamiento a los rebeldes del Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) con el objetivo de desestabilizar al Gobierno de Etiopía, en el marco de la guerra desatada en noviembre de 2020 en la región de Tigray (norte).

"El informe sobre los supuestos intentos para desestabilizar Etiopía es un invento absoluto que demuestra la ignorancia del autor sobre hechos simples y básicos", ha dicho el portavoz del Ejército ugandés, Felix Kulayigye, en una serie de mensajes en su cuenta en la red social Twitter.

"Lo primero es que Uganda no tiene frontera con Etiopía, como dice el autor. James Kabarebe nunca ha sido ministro de Defensa de Uganda", ha señalado en relación con el informe, publicado la semana pasada por un medio neozelandés y que contempla la supuesta financiación al TPLF por parte de Kampala.

Kulayigye ha manifestado además que "el embajador ugandés en Sudán del Sur nunca se ha reunido con el (general sursudanés) Akol Koor". "No se han reunido nunca y no se conocen", ha zanjado el portavoz del Ejército de Uganda.

El informe, publicado por el medio Scoop, detalla una lista de altos cargos militares ugandeses que estarían detrás de la operación de entrenamiento en el distrito de Masaka, en la que habrían recibido información más de 4.000 miembros del TPLF y que estaría apoyado por Estados Unidos y Egipto.

Entre los nombres que aparecen en la lista está Muhoozi Kainerugaba, hijo del presidente ugandés, Yoweri Museveni, y comandante del Ejército de Tierra, quien en 2021 tuiteó su apoyo a los rebeldes tigrayanos, a los que describió como "hermanos".

El Gobierno de Etiopía nombró la semana pasada un equipo negociador para iniciar conversaciones de paz con el TPLF con el objetivo de poner fin al conflicto, que ha agravado la crisis humanitaria en el país africano.

El conflicto estalló tras un ataque del TPLF contra la principal base del Ejército, situada en la capital de Tigray, Mekelle, tras lo que el primer ministro, Abiy Ahmed, ordenó una ofensiva contra el grupo tras meses de tensiones a nivel político y administrativo. En la actualidad hay en vigor una "tregua humanitaria", si bien ambas partes se han acusado de impedir la entrega de ayuda.

El TPLF acusa a Abiy de azuzar las tensiones desde su llegada al poder en abril de 2018, cuando se convirtió en el primer oromo en acceder al cargo. Hasta entonces, el TPLF había sido la fuerza dominante dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), sustentada en las etnias. El grupo se opuso a las reformas de Abiy, que consideró como un intento de socavar su influencia.

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