De izquierda a derecha, la actual presidenta del Consejo de la Unión Europea y primera ministra danesa, Mette Frederiksen; el presidente del Consejo Europeo, António Costa, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen - URSULA VON DER LEYEN EN X
BRUSELAS 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, António Costa, se han mostrado convencidos de que el acuerdo de libre comercio negociado con Mercosur tendrá los apoyos suficientes en el seno de los 27 para ser firmado finalmente "dentro de tres semanas", a pesar del "ligero" retraso obligado por la presión de Francia e Italia.
"Después de 26 años de negociaciones, un ligero retraso de tres semanas, es tolerable", ha dicho Von der Leyen en una rueda de prensa en Bruselas, al término de un Consejo Europeo en el que Mercosur no formaba parte de la agenda formal, pero que finalmente ha sido parte de los debates por las dificultades para que los 27 dieran su mandato a la jefa del Ejecutivo comunitario para viajar a Brasil a firmar el pacto. "Confío en que tendremos la mayoría suficiente, aún hay trabajo por hacer", ha añadido.
Costa, que tenía también previsto acompañar a Von der Leyen en la firma, ha puesto igualmente en valor que se vayan a dar las condiciones para la firma en apenas tres semanas, tras superar 26 años de negociaciones. Además, ha destacado el trabajo de la Comisión para responder a las inquietudes de los agricultores y sacar adelante las salvaguardas y cláusulas espejo que reclama el sector para mitigar el impacto del acuerdo.
Von der Leyen, por su parte, ha explicado el retraso por la necesidad de contar con "algunas semanas adicionales" para "abordar" cuestiones pendientes con algunos Estados miembro, aunque se ha mostrado "convencida" de que las dudas se resolverán en estas semanas.
De este modo, la jefa del Ejecutivo comunitario ha confirmado la voluntad de celebrar "con éxito" la firma del acuerdo en "enero" y ha considerado que la discusión con los jefes de Estado y de Gobierno de la UE durante una cumbre en Bruselas ha permitido "un avance allanar el camino", a pesar de que en la práctica supone aplazar una rúbrica inicialmente prevista para el próximo sábado, día 20.
"Necesitamos algunas semanas adicionales para abordar algunos asuntos con los Estados miembro. Nos hemos puesto en contacto con nuestros socios del Mercosur y hemos acordado posponer ligeramente la firma", ha dicho la conservadora alemana, sin mencionar expresamente a ningún socio, aunque han sido Francia e Italia quienes en los últimos días han presionado para aplazarlo.
En todo caso, Von der Leyen ha afirmado que el nuevo pacto comercial entre las dos regiones es "de crucial importancia para Europa" tanto a nivel económico, diplomático y geopolítico.
"Abre nuevas oportunidades comerciales y económicas para todos nuestros Estados miembro", ha continuado la jefa del Ejecutivo comunitario, para después defender el éxito después de que a primera hora del jueves, cuando arrancó la cumbre europea, "no había un camino claro" para el acuerdo.
SALVAGUARDAS
Los países de Mercosur y la Comisión Europea, que habla por voz de los 27 en materia comercial, contaban con firmar el acuerdo el próximo sábado, 20 de diciembre, en los márgenes de una cumbre en Foz de Iguazú, días después de que se cumpla un año desde que se anunciara en Montevideo el fin de las negociaciones.
Sin embargo, para que esta firma fuera posible y permitir así su entrada en vigor provisional a la espera de que se cumpliera el proceso de ratificación completo, Von der Leyen necesitaba un mandato de los Veintisiete, que fuera adoptado por una mayoría cualificada de los Estados miembro.
El aviso del presidente de Francia, Emmanuel Macron, de que el acuerdo en su estado actual sigue sin ser aceptable para su país complicaba la luz verde del mandato, pero seguía sin sumar la minoría de bloqueo necesaria para frenarlo pese a las reservas de otros socios como Polonia, Hungría, Austria y Bélgica.
Finalmente, ha sido la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, quien este mismo jueves ha avisado de que veía prematuro firmar el pacto, pero estaba dispuesta a hacerlo más adelante, cuando se respondiera a las reclamaciones de los agricultores, lo que ha decantado la balanza y frustrado la firma del sábado.
De hecho, Lula y Meloni han mantenido una llamada telefónica este mismo jueves para constatar que no se daban las condiciones para mantener la ceremonia prevista en Iguazú, pero no cerrar la puerta a la adopción del pacto comercial el próximo mes.
Entre las claves para contar con el apoyo de Roma están las salvaguardas acordadas esta misma semana entre el Consejo (gobiernos) y el Parlamento Europeo, que entre otras cosas prevé la vigilancia de los mercados y medidas para suspender la importación de productos sensibles si se constatan fuertes distorsiones para los europeos.
Estas medidas, sin embargo, están aún pendientes de su adopción definitiva por parte de los colegisladores europeos y no podrán estar en vigor antes del mes de enero.
Se trata de un calendario que también apuntó Macron a su llegada a la cumbre en Bruselas, al pedir esperar hasta ver que las medidas se materializan y que se desarrollan otras iniciativas anunciadas por Bruselas pero aún por concretar, como el refuerzo de los controles en las aduanas.