Las Palmas de Gran Canaria, 25 Mar.
La protección de las costas y la conservación de la fauna y flora de los espacios naturales son las asignaturas que la gestión medioambiental de Gran Canaria tiene pendientes, según un informe realizado por la Fundación Canaria para la Reforestación Foresta por encargo del touroperador TUI, que todos los años analiza el estado medioambiental de la Isla como uno de los factores más significantes de su valor como destino turístico.
El informe, que puntúa del 1 (crítico) al 5 (muy bueno) el estado de los distintos aspectos que componen la salud general del medio ambiente de la Isla, califica con un 2 (mala) la situación de las zonas costeras, que considera sujetas a una excesiva presión urbanística y demográfica debido a que el 90% de la población vive en áreas cercanas a la costa. Además, subraya la existencia de numerosas emisiones incontroladas de vertidos al mar que contaminan el medio.
Tampoco se lleva una buena nota la protección y conservación de la fauna y flora de la Isla, que el informe califica de "mala". Según el estudio, al grave problema de erosión del suelo que padece Gran Canaria debido a las pocas precipitaciones anuales y a la escasez de masa forestal, se le suma el gran número de especies en peligro de extinción que posee. Eso, a pesar de ser todo un paraíso de biodiversidad ya que, tomando la totalidad del Archipiélago como ejemplo, si bien no representa más que un 1,5% de la superficie del territorio de España, Canarias sirve de refugio para más del 50% de las especies vegetales endémicas existentes en el país.
En el apartado de los suspensos está incluida la información medioambiental a la que tiene fácil acceso el ciudadano, así como la gestión referente a las reservas y espacios naturales protegidos (que actualmente suponen el 43% de la superficie de la Isla).
El informe de TUI también hace referencia a la gestión del agua en Gran Canaria, a la que con un 3 (regular), da un aprobado justo. Las sombras de este aspecto medioambiental son el alto riesgo de desertificación que corre la Isla, además del elevado coste del tratamiento del agua dirigida al consumo humano. No obstante, el estudio destaca la conciencia social respecto al problema del agua y el hecho positivo de que Gran Canaria es la zona del país donde hay un menor consumo por habitante y día.
En lo que se refiere al tráfico y la polución medioambiental, -que incluye el aire, el ruido y el cambio climático-, el estudio considera que son aspectos a mejorar. Entre otros factores, encuentra preocupante el incremento de emisiones de CO2 experimentado en los últimos años, que en la última década ha sido de un 76,76% en el Archipiélago, muy por encima del 38,06% de la media española. De hecho, atribuye el 90% de estas emisiones de gases al sector energético y de transporte, problema que relaciona con los indicios del cambio climático que se han manifestado en las Islas recientemente.
En este sentido, y con un volumen de visitas al Archipiélago de 12 millones de turistas anuales, el informe aconseja la implantación de un sistema de gestión medioambiental para las empresas del sector turístico que permita reducir el impacto negativo de sus actividades, iniciativa que debería ser desarrollada e impulsada por parte de las Administraciones Públicas.
No todo son tirones de orejas y reproches al estado medioambiental de la Isla. El estudio también reconoce los aciertos, como la recogida selectiva de basuras y el uso que se hace de la energía, aspectos que valora positivamente con un 4 (bueno) y en los que desataca el esfuerzo de las instituciones en campañas de sensibilización dirigidas a los ciudadanos.
A pesar de que la media de producción de basura por persona y año es de 700 kilos, (mientras que la media nacional está en 500 kilos, dato atribuíble a la actividad turística), subraya los alrededor de 12.000 contenedores y 8.000 papeleras ubicadas solamente en el municipio de Las Palmas de Gran Canaria que, en combinación con la regulación específica existente sobre gestión de residuos, dan como resultado una buena recogida selectiva de las basuras. La asignatura pendiente sería la mejora de los tratamientos finales para reciclar los residuos después de ser separados.
En cuanto al apartado de la energía, el informe valora positivamente el gran potencial de crecimiento existente en Gran Canaria para el desarrollo y explotación de las energías renovables (que actualmente sólo representan el 5% de la energía producida en la Isla), así como la futura instalación del gas natural como alternativa más limpia a la utilización del petróleo. Además, destaca las fuertes campañas publicitarias dirigidas a impulsar entre los ciudadanos la reducción del consumo energético y las ayudas de hasta el 50% de las inversiones industriales para fomentar la introducción de sistemas de ahorro.
Finalmente, el estudio resalta la riqueza del continente en miniatura en el que habitan una gran variedad de ecosistemas que, no obstante, es necesario proteger. En este sentido, califica de "bueno" el valor del entorno natural de la Isla, aunque advierte de los peligros que acechan, especialmente en lo relativo a los bosques y su biodiversidad. Con una masa forestal antes de la Conquista de 92.000 hectáreas, ésta llegó a reducirse a 5.000 hectáreas en Gran Canaria.
Aunque gracias a las políticas de reforestación de los últimos años, las zonas forestales se han recuperado en parte y actualmente suman una extensión de 14.000 hectáreas, sólo representan el 10% de su superficie total, por lo que el informe considera que "aún queda mucho trabajo por hacer".
Foresta, la Fundación Canaria para la Reforestación (www.fundacionforesta.org) nació en diciembre de 1998, ante la preocupación de un grupo de profesionales y amantes de la naturaleza, frente al abandono de los terrenos de los propietarios privados y la situación actual del ecosistema vegetal canario. Para que de esta inquietud pudiera surgir la Fundación, se solicitó el apoyo de la iniciativa privada, respaldo que encontró en cuatro empresas canarias, tres de las cuales conforman el patronato actual. Poco a poco se han ido sumando colaboraciones que contribuyen al funcionamiento y la consolidación de esta Fundación.
La Fundación tiene una clara vocación de colaboración y participación, tanto con la sociedad en general, como con las distintas instituciones y organismos públicos. El principio fundacional de Foresta es el aumento y la mejora de la superficies forestales insulares, sujetando la tierra frente al deterioro erosivo por la deforestación histórica, apoyando la creación nueva vida y el mantenimiento de la biodiversidad.