El Hospital de Gran Canaria Dr. Negrín realiza una intervención de Ross para tratar una infección de tejidos cardíacos

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 18 May. (EUROPA PRESS) -

Profesionales del servicio de Cirugía Cardíaca del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín han realizado recientemente la primera operación de Ross en el centro hospitalario para tratar una infección de tejidos cardíacos.

La operación de Ross se denomina así por el primer cirujano cardíaco que la realizó en el año 1967, el doctor Donald Ross y se realiza a partir de una válvula de donante fallecido que, en esta ocasión, fue preciso solicitar al Banco de Tejidos del Centro de Transfusión de Córdoba y que fue posible trasladar "a pesar de las enormes restricciones" en el transporte que impone la actual crisis sanitaria generada por el Covid-1, según informó el Gobierno regional en nota de prensa.

Se trata de una intervención compleja en la que se emplea una técnica indicada para solucionar determinadas patologías cardíacas, especialmente en población infantil y juvenil. Esta operación fue necesaria para tratar una endocarditis, patología que se produce como resultado de la infección de tejidos cardíacos, en particular, de alguna de sus válvulas.

Esta era la primera vez que el Hospital Dr. Negrín llevaba a cabo esta compleja técnica para tratar una infección reincidente. Para ello, utilizó primeramente una válvula propia como es la válvula pulmonar, para sustituir a la válvula aórtica que está infectada y, por tanto dañada, ya que la válvula pulmonar es gemela de la válvula aórtica y al cambiar su posición funciona prácticamente igual.

Posteriormente, en el mismo acto quirúrgico, se procede a rellenar el hueco que queda en el lugar de la válvula pulmonar con otra válvula, en este caso una válvula de donante fallecido, denominado un homoinjerto.

En el caso de los niños, la cirugía mantiene el potencial de crecimiento de la válvula, por lo que resulta "muy apropiada", ya que la válvula crece con el niño al contrario que lo que ocurre con una prótesis.

En cuanto al adulto joven, la importancia radica en que mantiene una fisiología 'natural' de ambas válvulas, pudiendo prevenir la infección y otras complicaciones, además de tener un comportamiento óptimo para el ejercicio físico.

Por ello, los profesionales insisten en la "imprescindible ayuda" que supone la solidaridad de las familias que, después del fallecimiento de un ser querido, autorizan la donación de tejidos como la córnea o, como en este caso, válvulas del corazón. Asimismo, después de ser donadas, las válvulas son sometidas a un proceso que incluye su preservación en frío (criopreservación), pueden ser almacenadas y quedan disponibles para el momento en que sea necesaria su utilización.

Actualmente, Canarias dispone de un Banco de Válvulas cardíacas regional situado en el Hospital Universitario de Canarias, sin embargo las "universales necesidades de compatibilidad" donante-receptor (grupo sanguíneo, tamaño, etc.) exigieron en este caso utilizar una válvula disponible en otro de los bancos de la red nacional, el Banco de Válvulas de Andalucía, integrado en el Banco de Tejidos del Centro de Transfusión de Córdoba.

Por este motivo, la válvula fue trasladada desde este Banco de Tejidos hasta el centro hospitalario para proceder a su implante y debido a las restricciones en el transporte originados por el Covid-19, fue necesario optimizar todos los procedimientos logísticos que aseguraran el traslado del tejido en cuestión "en las condiciones óptimas y en el tiempo recomendado" desde Córdoba a Gran Canaria.

Este proceso fue organizado por el propio Banco de Tejidos, la Coordinación de Trasplantes del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín, y la Organización Nacional de Trasplantes, siendo además necesaria la colaboración desinteresada del personal de aeropuertos y, concretamente, de la compañía Vueling, responsable del vuelo que realizó el traslado del tejido.