"Ellos me negaron haber tirado nada, después me acerqué a la sima, la bordeé y con los prismáticos vi en el fondo un cadáver"
LOGROÑO, 9 May. (EUROPA PRESS) -
El agente forestal que vio con sus prismáticos arrojar "lo que parecía una figura humana" a la sima de Viniegra de Arriba el día que apareció el cadáver de un hombre de 45 años (el 11 de agosto de 2022) asegura que, una vez se acercó a los dos acusados con su furgoneta, les preguntó: "Si habían tirado algo y ellos me dijeron, de forma nerviosa, que no".
Aún así -como ha explicado ante el Juez- "yo sabía que algo había pasado. Me acercé a ellos con mi vehículo y cuando hablé con ellos tomé precauciones. Tenía marcado el 112 por si acaso, no me bajé del coche y tenía la marcha dada porque no sabía qué iba a pasar. La situación no era normal. Estaba en alerta".
Este viernes se ha reanudado el juicio contra tres personas por el conocido como crimen de Viniegra por unos hechos que sucedieron entre el 9 y el 11 de agosto de 2022. Según relata el escrito de la Fiscalía y considera también el responsable de la investigación, el fallecido le reclamaba constantemente a uno de los acusados, J.A.G., el dinero de una deuda -alrededor de 13.600 euros- pero éste no tenía dinero para pagarla por lo que, con su pareja sentimental, J.S.A., y otro amigo, I.Z.A., -también procesados- concertaron el plan para matar a la víctima.
Tras pegarle un tiro en la nuca y golpearle más de 20 veces con una piedra de filo en la cabeza y en la cara, la víctima acabó arrojada en una sima de unos 56 metros de profundidad. La Fiscal pide 24 años de cárcel por asesinato para cada uno de ellos.
"EN AQUELLA ÉPOCA ESTABA PROHIBIDO CIRCULAR POR RIESGO DE INCENDIO"
Aunque el disparo fue el 9 de agosto de 2022 no fue hasta el día 11 cuando los dos hombres acusados -la mujer estaba en las inmediaciones pero presuntamente no salió de su vehículo- se acercaron a la sima de La Torca para arrojar el cadáver. La casualidad quiso que aquel día, el agente forestal que hoy ha declarado se encontrase trabajando "haciendo unas acciones rutinarias" cuando, en un momento dado, vio algo "que me sorprendió".
En concreto -explica- "vi una furgoneta parada al borde de una sima. Me sorprendió porque era una época de alto riesgo de incendios y estaba prohibido circular por pista forestal. Me llamó la atención que estuviera allí, paré mi vehículo y observé con mis prismáticos. En ese momento vi que arrojaban a la sima lo que parecía una figura humana".
"Evidentemente uno no está acostumbrado a ver estas cosas y me alerté. No sabía muy bien qué había visto así que arranqué el vehículo y me acercé a ellos. Una vez en paralelo, sin bajarme del vehículo, les pregunté qué estaban haciendo en ese paraje y me dijeron que estaban viendo la zona".
Como reconoce "normalmente cuando hacemos intervenciones de este tipo, yo me paro y me bajo del vehículo pero, en ese momento, tomé precauciones porque vi cosas que no eran normales, tenía la marcha mantenida por si acaso". El piloto me preguntó si le iba a denunciar y le dije que "no por no alargar la situación".
Yo le pregunté si "habían tirado algo a la sima y me dijo que no. Pero yo lo vi. Una vez pasó esta conversación les dejé irse y se fueron muy deprisa. Yo giré el coche y, cuando les perdí de vista, me quedé cinco minutos parado. Una vez vi que no volvían fui a la sima a ver qué había al fondo. Me acerqué a la sima, la bordeé, y con los prismáticos de nuevo, vi en el fondo un cadáver" y "en el terreno algún rastro de sangre".
"Cuando vi el cadáver en el fondo, llamé al 112 e informé de lo que estaba pasando. Yo estuve allí hasta que llegaron los efectivos".
En la cita de este viernes también ha tomado la palabra otro agente forestal que se encontraba trabajando pero en otro lugar. Reconoce que conocía a uno de los acusados, I.Z.A., concretamente el que vivía en Viniegra, "de vista" porque muchas veces trabajaba de alguacil o ayudando a los vecinos del pueblo.
"ME CHOCÓ QUE TIRASE LAS COSAS TAN RÁPIDO"
Además ha tomado la palabra una vecina de la localidad de Montenegro de Cameros que vio a dicho acusado, I.Z.A., aquel día después de arrojar el cadáver de la víctima, "tirar cosas a un contenedor de forma muy rápida. Vi una furgoneta blanca y cómo tiraba algo. Me chocó que lo hiciera tan rápido, pensé que estaría tirando alguna ropa vieja".
En ese contenedor, tras la investigación, aparecieron enseres personales de la propia víctima, como una zapatilla, entre otras.
"MI PRIMO TENÍA LLAVES DE MI GARAJE"
Finalmente, la sesión de este viernes ha terminado con la declaración de una prima del acusado, I.Z.A., en cuyo domicilio familiar éste dejó el cadáver de la víctima durante unos días. Ésta ha reconocido que "su primo tenía las llaves del garaje de sus padres y que aquellos días sus padres no estaban en casa".
El 12 de agosto, cuando volvieron al garaje "mi padre vio cosas que no reconocía. Me llamó y cómo vi todo lo que había pasado en la sima el sábado día 13 yo llamé a la Guardia Civil. Le dije a mi padre que no tocara nada". Finalmente, en aquella bolsa se encontraban también efectos personales de la víctima, como una gorra y su cartera con la documentación.