LOGROÑO, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Logroño, en su sesión este miércoles en Junta de Gobierno Local, ha aprobado la regulación de la venta ambulante, con 106 puestos previstos, y del recinto ferial, para las próximas fiestas de San Bernabé y San Mateo.
Como ha apuntado el portavoz del equipo de Gobierno municipal, Kilian Cruz-Dunne, la zona para venta ambulante se habilitará en la zona situada entre el nuevo ferial y la entrada al complejo municipal de Las Norias, junto al vallado norte y dejando acceso libre a los complejos deportivos.
Las autorizaciones tendrán vigencia entre los días 4 al 15 de junio, en el caso de San Bernabé, y, entre el 17 y el 28 de septiembre para el caso de San Mateo. La venta se realizará exclusivamente en casetas cerradas, en total 106, de 4 metros de frente por 3 metros de fondo.
Queda prohibida la venta en cualquier otro espacio, salvo de globos o juguetes pequeños de forma itinerante y sin puesto fijo, así como en cualquier otro tipo de puesto. El ámbito de aplicación de estas bases, además, se circunscribe solamente a asociaciones de vendedores ambulantes, debidamenet acreditadas.
Los vendedores ambulantes estarán obligados en todo momento a observar las instrucciones que les cursen los agentes de la Policía Local, no entorpecer la libre circulación de peatones o vehículos con sus productos o instalaciones y a mantener limpios sus emplazamientos.
En el caso del ferial, se concede a la Asociación de Industriales Feriantes de La Rioja el uso de los terrenos en el recinto ferial de Las Norias, para la instalación de puestos, barracas o atracciones en las fiestas de San Bernabé y San Mateo, y la asociación será la encargada de la adjudicación individualizada de los terrenos a los feriantes.
La altura máxima de las atracciones o medios auxiliares para su montaje será de 40 metros. No se permitirán anclajes de los aparatos o de cualquiera de sus elementos al pavimento ni a través del arbolado. Los daños causados caso de hacerlo, correrán a cargo del peticionario.
Además se apunta la necesidad de que si se activa por Protección Civil el plan de emergencias por inundación en la zona, se cese toda actividad y que el público que acuda a las instalaciones "tiene derecho a recibir un trato respetuoso, no arbitrario ni discriminatorio".