El Ayuntamiento de Logroño visibiliza y condena la situación que sufren las mujeres y niñas en Afganistán

El Ayuntamiento de Logroño, a través de su concejalía de Igualdad, esta mañana en el acto para visibilizar y condenar la situación que sufren las mujeres y niñas en Afganistán
El Ayuntamiento de Logroño, a través de su concejalía de Igualdad, esta mañana en el acto para visibilizar y condenar la situación que sufren las mujeres y niñas en Afganistán - AYUNTAMIENTO DE LOGROÑO
Publicado: martes, 17 agosto 2021 13:19

   LOGROÑO, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -

   El Ayuntamiento de Logroño, a través de su concejalía de Igualdad, ha convocado esta mañana un acto para visibilizar y condenar la situación que sufren las mujeres y niñas en Afganistán, con motivo de los últimos acontecimientos que está viviendo el país.

   De esta manera, el Ayuntamiento de Logroño también se une al clamor de la sociedad europea y mundial que pide protección para las niñas y mujeres afganas ante tanta barbarie.

   Así, al igual que ya lo han reclamado periodistas y escritoras de nuestro país, desde el Ayuntamiento de Logroño hacen un llamamiento urgente a la comunidad internacional para que se mantengan abiertas las fronteras de Afganistán y salgan del país todas las personas que lo deseen, en especial las mujeres y niñas afganas, y para que se proteja a aquellas mujeres que desde el año 2001 han desempeñado tareas profesionales prohibidas por los talibanes.

   Durante el acto, la teniente de alcalde y concejala de Igualdad, Eva Tobías Olarte, ha leído el siguiente comunicado:

   "La llegada al poder de los talibanes amenaza las dos décadas de conquistas de derechos de las mujeres y niñas afganas. Poder ir al colegio, estudiar en la universidad, moverse libremente por la calle sin presencia de un hombre o ejercer cualquier tipo de profesión, son avances que ahora se ven amenazados.

   Y es que hay mil maneras de poner a la mujer en su sitio: mujeres mutiladas y violadas por el hecho de ser mujeres; mujeres que si salen de casa lo harán con "su protector masculino"; mujeres divorciadas que podrán ser azotadas públicamente; mujeres que volverán a usar el burka como uniforme oficial de un régimen que las considera seres sin ningún tipo de derechos, precisamente por ser mujeres; mujeres que serán usadas como botín de guerra. En este sentido nos vuelve a la memoria el discurso de Caddy Adzuba (abogada y periodista) al recibir el Premio Príncipe de Asturias a la Concordia en 2014:

   "La mujer congoleña víctima de los conflictos armados, violentada y violada, ha perdido toda su dignidad y vive en la deshonra".

   Es así como se logra destruir a la sociedad civil: violándolas consiguen que sus familias las repudien, humillándolas consiguen que las niñas no vayan a la escuela, obligándolas a casarse las condenan a una muerte en vida.

   Las instituciones del mundo entero y la ciudadanía libre y responsable tenemos la obligación, en primer lugar, de poner la mirada en la situación en la que se encuentran las mujeres afganas; de pedir auxilio y protección para ellas; de exigir que los avances que han conseguido en las dos primeras décadas de este siglo XXI no retrocedan. Y cada granito de arena cuenta.

   En 2016, el equipo ciclista femenino de Afganistán fue propuesto para el Premio Nobel de la Paz por su valentía y su perseverancia al desafiar las normas de género en un país en el que no está bien visto que la mujer tome sus propias decisiones y menos aún que se dedique a una actividad tradicionalmente reservada a los hombres como el ciclismo.

   Simone de Beauvoir, hace más de 100 años ya manifestaba: "No olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos, debéis permanecer vigilantes toda vuestra vida"".

   El comunicado ha terminado con un poema de Martin Niemeller:

   Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,

   guardé silencio,

   ya que no era comunista,

   Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,

   guardé silencio,

   ya que no era socialdemócrata,

   Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,

   no protesté,

   ya que no era sindicalista,

   Cuando vinieron a llevarse a los judíos,

   no protesté,

   ya que no era judío,

   Cuando vinieron a buscarme,

   no había nadie más que pudiera protestar.

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