LOGROÑO 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
La escasez de guías turísticos y de puntos de información, son las principales carencias que se han detectado en La Rioja, según el estudio sobre perfiles de la demanda turística en la región, que presentaron hoy la directora general de Turismo, Mónica Figuerola, y el responsable del proyecto, Julio Grande.
Para paliar ambas carencias, Figuerola indicó que está previsto la celebración de un curso de guías en colaboración con la Escuela de Turismo de La Rioja, y también que se instalarán puntos de información en los lugares a los que acceden los turistas, tales como bares, restaurantes y hoteles.
Además, señalaron que se desarrollará una estrategia para que los riojanos "conozcan bien todos nuestros recursos turísticos". Y es el que el estudio refleja que entre un 50 y 60 por ciento de nuestros visitantes, recalan en La Rioja a través de información que les transmiten amigos y familiares.
El estudio se ha desarrollado a través de 800 encuestas y 80 entrevistas, realizadas dentro de los Planes de Dinamización Turística de la Sonsierra Riojana y Alto Iregua.
En el caso del turista del valle del Iregua, vinculado al turismo de naturaleza, procede en su mayoría de La Rioja, seguidos de País Vasco y Madrid, con una edad de entre 30 y 40 años, siendo en su mayoría licenciados. La mayoría vienen por conocer la zona y por descansar y visitar el patrimonio medioambiental.
En su gran mayoría conocen la zona por amigos y familiares, seguido de internet, y deciden visitar la zona con una semana de antelación. El 85,4 por ciento de los encuestados que habían desarrollado alguna actividad, el 42,2 por ciento, había optado por el senderismo, seguido de montañismo y el 15,5 por ciento de actividades acuáticas.
La otra parte del estudio, centrado en el enoturismo de la Sonsierra, destaca la presencia de visitantes vascos, seguidos de gente procedente del Sur y del Levante. Su edad supera los 40 años, y son licenciados en su mayoría.
Conocer la zona y el vino, en general, son los motivos principales que les llevan a visitar La Rioja. Se alojan sobretodo en Logroño y Haro, y más de la mitad ha visitado una bodega en su viaje, y un 86,3 por ciento tiene previsto regresar a la región.