La lluvia obliga a los 'picaos' a flagelarse en la iglesia de San Vicente

Un 'picao' se disciplina frente a la 'Dolorosa' en el interior de la iglesia de San Vicente de la Sonsierra en Jueves Santo
Un 'picao' se disciplina frente a la 'Dolorosa' en el interior de la iglesia de San Vicente de la Sonsierra en Jueves Santo - JOSÉ SÁNCHEZ-EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 28 marzo 2024 20:57

   El prior de la Cofradía de la Veracruz, José Miguel Mendoza, pide "respeto" para este tradición

   SAN VICENTE DE LA SONSIERRA (LA RIOJA), 28 Mar. (EUROPA PRESS) -

   Minutos antes del inicio de la procesión de la Santa Cena de San Vicente de la Sonsierra se ha decidido suspenderla, debido a la lluvia que ha comenzado a caer en el municipio sonserrano. Ello ha hecho, que los diez 'picaos', que han participado en esta tradición que data del siglo XVI, hayan tenido que disciplinarse en una abarrotada iglesia de Santa María la Mayor.

   Una vez que la 'Dolorosa' ha entrado al templo mientras sonaba el himno de España, los 'picaos' han comenzado a flagerlarse. Precisamente está noche este rito se repite en el interior de la iglesia, en la denominada 'Hora Santa'. El Viernes Santo en dos ocasiones más, tras la 'Procesión del Vía Crucis', por la mañana - 11,30 horas- y, por la tarde, durante la Procesión del Santo Entierro - 20,00 horas-.

   Como marca también la tradición no es hasta el momento que sale la procesión -hoy suspendida- cuando se conoce el número de 'picaos', que como requisitos deben cumplir el de ser mayor de edad, varón y disponer de un certificado de su párroco, que acredite su sentido cristiano y su buena fe.

   A partir de ahí, y desde la sede se les ha asignado un acompañante - hermano de la Cofradía de la Santa Vera Cruz- que ha servido de guía, ayuda, consejo y protección al disciplinante durante su penitencia.

ENTRE 800 Y 1.000 GOLPES

   Con una madeja de algodón sujeta con ambas manos, han ido propinándose golpes secos en la espalda, por encima de los hombros, a izquierda y derecha.

   Se golpean entre 800 y 1.000 veces, hasta que el acompañante y el 'práctico' deciden cuando es el momento de ser pinchado. En ese instante, los disciplinantes se han agachado colocando la cabeza entre las piernas del 'practico', que les ha golpeado levemente tres veces cada lado de la espalda, en la zona lumbar, para que brote un poquito de sangre, que evite molestias posteriores, pero nunca para mortificar más o aumentar el sufrimiento. Después han seguido golpeándose 15 ó 20 veces más.

   El utensilio que tradicionalmente se utiliza para "picar" se denomina "esponja" y consiste en una bola de cera virgen con 6 cristales incrustados de dos en dos, de manera que cada disciplinante recibirá 12 pinchazos.

   Finalizada la penitencia, disciplinante y acompañante vuelven a la cofradía donde el practicante le lava y cura las pequeñas heridas con agua de romero y con meticulosidad.

PIDEN "RESPETO"

    Una tradición que como ha señalado a Europa Press, el prior de la Cofradía de la Veracruz, José Miguel Mendoza, "está impregnada en España y en todo el mundo". De hecho, ha destacado que "hoy en día es una de las dos que quedan de penitencia individual en todo España".

   Ha pedido asimismo "respeto" por este rito arraigado en el municipio, porque hay que entender que "para gustos están los colores; hay gente que le gusta, hay gente que no les gusta, pero nosotros lo que queremos es que nos respeten, sin más".

   Junto a las cuatro veces que en Semana Santa se realiza esta tradición, en otras dos ocasiones, en la 'Cruz de Mayo' - el 3 de ese mes, que en caso de no ser domingo, se realizaría al domingo siguiente- y en la de Septiembre - el 14 de septiembre, si es domingo y si no el domingo siguiente- , las calles de San Vicente reviven este rito.

   Las procesiones de 'Los Picaos' en Semana Santa fueron declaradas de Interés Turístico Nacional en 2005 y en 2016 Bien de Interés Cultural de carácter Inmaterial (BIC).

EL RITO DE LA FLAGELACIÓN

   Los Disciplinantes de San Vicente de la Sonsierra ostentan un lugar relevante en la religiosidad popular y en las tradiciones de toda España, porque actualmente no existe otro lugar donde se haya podido mantener este rito secular relativamente frecuente en pueblos y ciudades hasta el siglo XVIII.

   Aunque no se tiene constancia de la antigüedad de esta tradición, sí se sabe que en 1551 la Cofradía de la Veracruz presentó los estatutos y las ordenanzas ante el Vicario General del Obispado. Se trataba de una recopilación sobre lo que se practicaba de forma habitual y el objetivo era poner en orden y reorganizar la institución para vivir con plena exigencia la 'Santa Regla'. Por lo que se cree que su existencia es muy anterior.

   Las mujeres, que en el siglo XVI pertenecían a la cofradía y luego desaparecieron como hermanas de la misma, vuelven a pertenecer a esta hermandad desde 1998. Su penitencia se limita a la tradicionalmente ejercida por ellas como 'Marías' -hoy han sido dos las que han participado-.

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