LOGROÑO, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Policía Local de Logroño ha puesto en funcionamiento un nuevo radar cuyo objetivo es reducir la velocidad en el casco urbano y el número de accidentes que se producen en el casco urbano de la capital riojana. El dispositivo tipo pistola-radar es de última generación.
La concejala de Igualdad y Convivencia, Eva Tobías, ha presentado este martes el radar, ubicado en Avenida de Madrid, frente a la gasolinera de Las Gaunas, junto con el inspector de Policía Local, Pedro Merino, y dos agentes de Tráfico de este cuerpo.
En la presentación, Merino ha subrayado que "la seguridad vial no la realiza la Policía ni la Administración sino que la realizamos cada ciudadano y ciudadana con nuestra conducta, por eso el mensaje que queremos enviar es que tenemos que convivir todos en la circulación".
Asimismo, ha recalcado, que "ser buen conductor no consiste en tener unas habilidades especiales en el uso del volante sino en ser conscientes de que tenemos que respetar los derechos de los demás, y eso se consigue cumpliendo con las normas de tráfico".
El nuevo modelo de radar, a diferencia de los modelos antiguos, no funciona con ondas de radio sino con tecnología láser que mejora la calidad y eficacia del aparato.
Entre sus prestaciones destaca su capacidad de captar la velocidad de un vehículo y sacar fotografías nítidas a 700 metros de distancias; y su reducido tamaño, que lo hace manejable y versátil al poderse colocar en cualquier ligar sin influir en las maniobras evasivas de los conductores.
A ello se une que su tecnología digital permite obtener información de cada infracción con detalle, tanto de la velocidad como de otras infracciones como el uso del móvil al volante o la no utilización del cinturón de seguridad.
También estos nuevos modelos de tamaño compacto y con rangos de uso de distancia mayores pueden colocarse en puntos de alta siniestralidad, ya que no requieren vehículo soporte o medios adicionales.
Aportan, por último, la ventaja de que, mientras que los dispositivos fijos son solo útiles en el punto kilométrico en el que están instalados, los radares móviles se ha demostrado que tienen una capacidad de disuasión muy superior.
El aparato ya está en funcionamiento, después de que haya terminado la fase de pruebas y se haya demostrado su eficacia, y tras un periodo de formación de los agentes encargados de su uso.
