MADRID/LOGROÑO, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
La patronal de las pequeñas distribuidoras de electricidad, CIDE, asegura que la crisis económica y la nueva regulación del sector ponen en peligro su negocio y, con ello, la calidad de suministro a cerca de 500.000 clientes.
En un comunicado, la asociación denuncia las "graves consecuencias" que tiene para su actividad la combinación de estos dos elementos, que dificultan la financiación del coste y mantenimiento de las redes locales de electricidad.
Con motivo del congreso anual de la asociación, que se celebra estos días en La Rioja, su presidente, Gerardo Cuerva, aseguró que "la luz que llega a los 500.000 hogares a los que las empresas de CIDE dan servicio depende de las inversiones, y éstas sólo están garantizadas si el marco legal es claro y previsible".
El nuevo marco legal obliga a las empresas a que sus planes de inversiones pasen necesariamente por la aprobación previa de las comunidades autónomas, cuando las competencias de retribución siguen estando en manos del Ministerio de Industria.
Esta situación, afirma la asociación empresarial, podría provocar que instalaciones aprobadas por una comunidad autónoma no fueran reconocidas posteriormente a la hora de calcular la retribución del distribuidor.
Ante el posible "punto muerto" que esta circunstancia supone para las distribuidoras, CIDE considera que "un plan de ingresos previsible, claro, seguro y estable puede suponer la diferencia entre seguir apostando en crear y mantener redes, o asegurar recursos sólo allá donde las distintas administraciones den garantías de recuperar la inversión".
"Desde CIDE reclamamos que la distribución cuente, al menos, con los mismos criterios de retribución que el transporte de la electricidad", afirmó Gerardo Cuerva.
BAJADA DE RETRIBUCIÓN.
Junto a esto, la asociación denuncia una posible bajada en un 5% de su retribución, si se materializan los cálculos de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) en su último informe sobre la tarifa.
Esta rebaja "carece de todo sentido económico", según CIDE. "La retribución a la distribución no puede estar a expensas de la demanda porque los activos eléctricos, una vez construidos, no pueden retirarse en función del mayor o menor consumo", indicó Cuerva.
La patronal agrupa, en la actualidad, a más de 230 compañías que distribuyen cerca de 2.700 millones de kilovatios hora (kWh) al año, suficientes para responder a las necesidades de iluminación de una ciudad de tres millones de habitantes.
