LOGROÑO, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
El uso de lo videojuegos es ya una realidad tanto para mayores como para los más pequeños y su papel durante la cuarentena ha sido incuestionable. Tal es la importancia de este tipo de juegos que ya cuentan con su propio Día Mundial del Videojuego, que se celebra este sábado 29 de agosto. La idea de que los videojuegos sólo sirven para entretener es la más común, sin embargo, estos juegos pueden ser mucho más.
Así lo ha explicado el director del Máster de Desarrollo y Diseño de Videojuegos en UNIR, Ismael Sagredo, quien, en una entrevista con Europa Press, ha ofrecido la visión más desconocida de los videojuegos: la educativa.
Según el experto, para que un videojuego sea considerado educativo, debe tener una "temática específica de conocimientos y una calificación de edad adecuada". Asimismo, Sagredo ha explicado que existen "juegos creados expresamente para ser educativos o juegos comerciales que contienen un cierto carácter educativo".
Cada vez es más usual que hasta los niños más pequeños empiecen a manejarse con tecnologías como teléfonos móviles o tablets. De hecho, la edad a la que se pueden utilizar los juegos educativos "va desde los 3 años en adelante", ha subrayado.
Este tipo de videojuegos puede potenciar ciertas habilidades, más allá de los contenidos específicos en los que esté basado según la asignatura a la que corresponda, como pueden ser "reflejos, habilidades cognitivas, posicionamiento y orientación espacial o visión en tres dimensiones".
Al respecto del papel que este tipo de actividades podría tener en un posible nuevo confinamiento y ante la imposibilidad de acudir a las aulas, el programador ha aclarado que "de momento es más un complemento que una herramienta educativa". Según ha explicado, aún no hay estudios científicos ni investigaciones con feedback, por lo que de momento se desconoce su potencial real.
EL FUTURO DE LOS VIDEOJUEGOS EDUCATIVOS
Según la percepción del experto, "paulatinamente cada vez vemos más profesores que introducen en las aulas estos complementos como una forma más amena para enseñar, aunque todavía no es algo generalizado". Para que se extienda más este uso, se necesita además formación al respecto para los profesores.
En cuanto a cómo los padres pueden favorecer o ayudar en el uso de los videojuegos educativos la situación es algo más compleja. "Algunos padres pueden incluso no saber si los contenidos de los juegos son apropiados para la edad de sus hijos", ha explicado, y otros "todavía no ven estas actividades como algo educativo e incluso las ven de manera peyorativa".
En España, actualmente, "hay alguna empresa que ya se dedica a realizar estos juegos educativos para niños", sin embargo, por el momento son una minoría.
"Poco a poco los videojuegos educativos se van a ir introduciendo más fácilmente en las aulas y las nuevas generaciones de padres tendrán más conocimiento de ellos", ha concluido Sagredo, quien ha afirmado que "hace falta mucha investigación e inversión y que se creen más este tipo de juegos".
