Los voluntarios del programa 'Ayúdale a volar' logran que el 80% de animales acogidos tengan una segunda oportunidad

Publicado: jueves, 3 julio 2025 18:55

LOGROÑO 3 Jul. (EUROPA PRESS) -

El director general de Medio Natural y Paisaje, Ignacio Sáenz de Urturi, ha participado en el pantano de La Grajera, en la primera suelta colectiva de 18 ejemplares de aves con motivo de la quinta edición del programa de voluntariado ambiental 'Ayúdale a volar'. Sáenz de Urturi ha resaltado que, a través de esta iniciativa, "los voluntarios han conseguido en estos años que 462 animales tengan una segunda oportunidad, ya que gracias a sus cuidados 322 aves, un 80%, han podido sobrevivir y regresar al medio natural".

El personal del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Fombera (CRFS), voluntarios del programa y todas las personas que se han acercado hasta La Grajera, han podido disfrutar y participar de la liberación de los 18 animales. En concreto, una cigüeña, tres gorriones, tres urracas, dos verderones, dos mirlos, cinco cernícalos y dos autillos. El pantano reúne las condiciones óptimas de hábitat y vegetación o masa de agua, en el caso de las aves acuáticas, que necesita cada especie.

El programa busca fomentar la participación ciudadana en el cuidado de crías de aves huérfanas que han caído del nido y que son acogidas en el Centro de La Fombera. Para ello, los voluntarios pueden acoger en domicilios particulares, centros o residencias a estos polluelos durante un tiempo que oscila entre dos y cuatro semanas, alimentarlos y prepararlos para su vuelta al medio natural.

CERCA DE 400 VOLUNTARIOS

'Ayúdale a volar' se dirige a particulares y familias que quieran contribuir al cuidado de las aves de su entorno más cercano, pero también a centros o residencias que trabajen con personas mayores, personas con diversidad funcional o colectivos en riesgo de exclusión social. Actualmente hay inscritos en el programa cerca de 400 voluntarios, entre particulares y colectivos de carácter social.

Dicho programa es un voluntariado que forma en valores, en convivencia y es también un voluntariado inclusivo, sin barreras, por lo que además de para las familias puede resultar una experiencia enriquecedora y con notables beneficios terapéuticos para determinados colectivos, como residencias de mayores o entidades que trabajan con personas con diversidad funcional, entre otras.

La tarea de los voluntarios consiste básicamente en alimentar a las aves entre 5 y 7 veces al día (cada 2-3 horas) durante el tiempo necesario hasta que el polluelo esté en condiciones para ser devuelto al medio natural, entre dos y cuatro semanas, dependiendo de la especie y de su edad.

Antes de la entrega, todos los animales son supervisados por el personal del Centro de La Fombera, que registra su ingreso y certifica el correcto estado sanitario de la cría.

Los voluntarios reciben la autorización de tenencia de aves silvestres que deben rellenar y todo el material necesario: caja/trasportín, papilla, insectos, vitaminas, jeringuilla... así como información detallada para la alimentación y cuidado, tanto de las crías en general como de la especie que se vaya a llevar a casa.

Además, mientras dure el acogimiento, el voluntario tiene a su disposición un número de teléfono (en horario de 8,00 a 14,00 horas y de 15,00 a 20,00 horas, todos los días de la semana) en el que el personal de La Fombera puede resolver cualquier duda, y desde el que se informa también sobre la evolución del animal y se indica el momento en el que esté listo para ser liberado.

Para inscribirse en el programa hay que rellenar el formulario en la página web www.larioja.org/ayudaleavolar. Para cualquier duda o consulta respecto al mismo pueden llamar al teléfono 941 291 100 Ext. 33495/33316 o escribir un correo electrónico a ayudaleavolar@larioja.org.

UNA SENSIBILIZACIÓN CRECIENTE

En 2024 se registró el ingreso de 1.133 animales silvestres vivos en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Fombera, con un índice de recuperación del 47%. Es cifra de ingresos ha ido creciendo últimos años gracias a la creciente sensibilización por parte de la población, pasando de los 288 animales que se recibieron en 2010 a la cifra actual.

La mayor parte de los ingresos que recibe el centro son aves, ya que son fácilmente visibles por el observador y además presentan un mayor número de especies que los otros grupos. De hecho, de los 1.133 ejemplares que ingresaron vivos el año pasado, 1.054 eran aves. El mayor número de ingresos se concentra en el verano, especialmente durante los meses de julio y agosto. En esta época se desarrolla el periodo más crítico para la vida de los individuos jóvenes y fundamentalmente para las aves.

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