MADRID 12 Ago. (EUROPA PRESS) -
El 17 por ciento de las incidencias del Metro de Madrid podrán solucionarse por control remoto en 2011, cuando se encuentre totalmente operativo el Centro de Operaciones de Mantenimiento y Monitorización de Instalaciones y Comunicaciones (COMMIT), según ha informado este jueves el viceconsejero de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, Luis Armada.
El COMMIT es un sistema que ya funciona actualmente y que el año que viene estará conectado a todas las estaciones del suburbano para prevenir y detectar de manera temprana pérdidas en el servicio y subsanar determinados fallos a distancia, sin necesidad de que acuda ningún operario.
"Se trata de un proyecto de vanguardia mundial", ha destacado Armada. En este sentido, ha explicado que "es el corazón tecnológico de todas las instalaciones de Metro, ya que desde aquí se consultan perfectamente todas las instalaciones en todo momento y se sabe cómo se encuentran".
Este centro de operaciones nació en 2008 con el objetivo de incrementar la eficacia y eficiencia del mantenimiento, y aportar mejoras en el ámbito organizativo, tecnológico y de gestión de las instalaciones y sistemas a través del establecimiento de nuevas técnicas, procesos y tecnologías de mantenimiento.
En 2011 se prevé monitorizar todo el equipamiento susceptible de serlo, llegando casi al 100 por cien de las estaciones de la red, ampliando las capacidades de las herramientas e implementando las actuaciones remotas que posibiliten llegar a resolver al menos el 17 por ciento de las incidencias.
Ello supondrá una reducción del 20 por ciento de los desplazamientos en campo, y del tiempo invertido en la resolución de las averías en un 12 por ciento, gracias al soporte remoto de COMMIT.
El proyecto ha supuesto una inversión de 11,5 millones y es uno de los proyectos más importantes de I+D que actualmente desarrolla Metro. Según el viceconsejero, su funcionamiento completo en 2011 "permitirá ahorrar 7 millones de euros al año, es decir, que la inversión se amortizará en sólo año y medio".
FUNCIONAMIENTO DEL COMMIT
Desde el COMMIT se reciben y gestionan las incidencias de los más de 100.000 equipos y sistemas que conforman la infraestructura, telecomunicaciones y sistemas informáticos de la red de Metro.
De este modo, se supervisan y posibilitan actuaciones remotas tanto de los equipos que dan servicios a las comunicaciones, los sistemas informáticos, como a los relacionados con la señalización, la energía o los equipos electromecánicos que el suburbano posee a lo largo de toda la red (escaleras mecánicas, ascensores, sistema de bombeo pluvial, puertas automáticas de acceso a las estaciones, equipos de climatización, energía de respaldo, maquinas billeteras, torniquetes, etc.).
El centro opera las 24 horas del día, los 365 días del año y se ubica en el Complejo Empresarial Cristalia, sobre una superficie cercana a los 400 metros cuadrados, con capacidad para unos 34 puestos de operador.
Actualmente, los operadores monitorizan el 49 por ciento de las escaleras de la red, el 71 por ciento de los ascensores y el 28 por ciento de las puertas de acceso a las estaciones. A finales de 2010 se espera completar el 100 por cien de los equipos en los que actualmente se está trabajando.
A través de la tecnología del COMMIT es posible detectar pérdidas en el servicio, subsanar algunos fallos desde el propio centro y, en caso de que no se pueda resolver la incidencia de manera remota, permite que el personal técnico que asiste al proceso de resolución a pie de equipo, acuda al lugar del problema sabiendo a lo que se va a enfrentar, con los medios técnicos y materiales ya previstos, además del soporte remoto a tiempo real desde el COMMIT.
Desde su puesta en marcha en 2008, el COMMIT ya ha solucionado más de 300.000 incidencias y, en palabras del gerente del sistema, Jesús Hernanz Rubio, al año se han solucionado aproximadamente 240.000 incidencias y al día se resuelven de media unas 800.
Por último, y como curiosidad, Hernanz ha señalado que la incidencia más común a la que se enfrentan son "atrancos en las máquinas billeteras, ya sea, por ejemplo, porque el usuario no mete bien la tarjeta o no introduce correctamente las monedas".