El 46,1% de los adolescentes afirma haberse emborrachado alguna vez y el 58% lo hace con 'cubatas'

Actualizado: jueves, 29 julio 2010 21:09

El 13,6% de los jóvenes de 16 años fuma diariamente y un 6,6% los que tienen 15 años

MADRID, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -

El 46,1 por ciento de los jóvenes madrileños afirma haberse emborrachado alguna vez y el combinado o 'cubata' es la bebida que escoge la mayoría de los adolescentes, en concreto representa el 58 por ciento del total del alcohol puro consumido, según señala el Boletín Epidemiológico de la Comunidad de Madrid de abril de 2010 realizado con una muestra aproximada de 2.000 escolares de 4º de la ESO de la Comunidad de Madrid.

El Boletín Epidemiológico de la Comunidad de Madrid pone de manifiesto que el 59,2 por ciento de los jóvenes ha consumido algún tipo de bebidas alcohólicas en los 30 días previos a la entrevista, y que el 11,4 por ciento (12,6 por ciento de los chicos y 10,3 por ciento de las chicas) ha ingerido alcohol 6 o más días.

El consumo medio de bebidas alcohólicas supone una ingesta de 82 centímetros cúbicos de alcohol puro semanal. Los chicos, con una media de 84 centímetros cúbicos, tienen un consumo superior al de las chicas (79 centímetros cúbicos).

Asimismo, existe un incremento del consumo, 77 centímetros cúbicos frente a 61 centímetros cúbicos, en los chicos de 16 años respecto a los de 15. La bebida consumida con mayor frecuencia es el combinado o 'cubata' que representa el 58 por ciento del total del alcohol puro consumido.

Globalmente, el 7,0 por ciento de los jóvenes son clasificados como bebedores a riesgo, el 51,8 por ciento como bebedores moderados, y el 41,2 por ciento como no bebedores. La proporción de bebedores a riesgo es moderadamente superior en mujeres que en hombres, y en jóvenes de 16 años (6,5 por ciento) frente a los de 15 (4,8 por ciento).

Asimismo, el 33,6 por ciento afirma haber realizado algún consumo excesivo en los últimos 30 días, siendo un poco más frecuente en las mujeres que en los hombres (34,4 por ciento frente al 32,7 por ciento), y en los jóvenes de 16 años (32,6 por ciento) respecto a los de 15 (28,3 por ciento).

Según las cifras, el 46,1 por ciento dice haberse emborrachado alguna vez en los últimos 12 meses, y el 24,2 por ciento en los últimos 30 días. Por último, el 18,4 por ciento de los jóvenes ha viajado en los últimos 30 días en un vehículo cuyo conductor conducía bajo los efectos del alcohol.

La disminución del consumo de alcohol es menos marcada que la del tabaco, aunque sigue en el caso de los bebedores de riesgo un patrón temporal similar. Este descenso es de elevada magnitud en los bebedores de riesgo, observando disminuciones moderadas o ligeras en los otros indicadores.

TABACO ENTRE LOS JÓVENES

En cuanto al consumo de tabaco, el 13,6 por ciento de los jóvenes de 16 años fuma diariamente y un 6,6 por ciento los que tienen 15 años. En términos globales, el 29,4 por ciento fuma con mayor o menor asiduidad, un 57,0 por ciento no fuma, y el 13,6 por ciento son exfumadores.

Del total de jóvenes, el 12,7 por ciento fuma diariamente, y el 9,0% fuma alguna vez a la semana, lo cual da una cifra de un 21,7 por ciento de fumadores habituales.

La proporción de jóvenes que fuma diariamente es superior en las mujeres (14,6 por ciento) que en los hombres (10,7 por ciento) y la prevalencia se incrementa rápidamente con la edad: el 13,6 por ciento de los jóvenes de 16 años fuma diariamente frente al 6,6 por ciento en los que tienen 15 años.

La prevalencia de consumo superior a 10 cigarrillos al día es del 2,1 por ciento en hombres y 2,4 por ciento en mujeres. El 8,1 por ciento del total de entrevistados tienen permiso de los padres para fumar, aumentando al 32,0 por ciento en aquellos jóvenes que fuman diariamente.

Por otro lado, la probabilidad de tener permiso para fumar es mayor en el caso de que los padres fumen. Cuando no fuma ninguno tienen permiso el 6,4 por ciento, cuando fuma uno el 8,2 por ciento, y cuando fuman los dos el 17,0 por ciento.

La influencia del entorno familiar a la hora de adquirir determinadas conductas de salud se manifiesta claramente en el caso del consumo de tabaco.

Cuando uno de los padres fuma el consumo de tabaco (de forma diaria) de los hijos es del 15,4 por ciento, aumentando al 22,5 por ciento en el caso de que fumen ambos, mientras que cuando ninguno fuma la frecuencia se reduce al 9,6 por ciento.

Si se compara el promedio de consumo diario de los últimos años frente a los dos primeros se observa una disminución porcentual del 51,5 por ciento en los chicos y del 53,4 por ciento en las chicas. En los chicos parece que se recupera la tendencia observada hasta el 2005, mientras que en las mujeres se mantiene la estabilización del consumo de los tres últimos años.