Todos los inquilinos se consideran buenos vecinos, aunque el 56 por ciento se queja de que soporta mucho ruido de otros residentes
MADRID, 9 May. (EUROPA PRESS) -
El 88 por ciento de los inquilinos de viviendas sociales del IVIMA está contento con su casa, aunque un 45 por ciento cree que tiene peor calidad que otras que no han sido construidas por esta promotora pública de la Comunidad de Madrid.
Sin embargo, las bajas rentas que deben pagar es un aspecto valorado por la mayoría. Así, un 70 por ciento piensa que el precio de su piso es mejor en comparación con otros que conocen que no son del IVIMA y un 68 por ciento, que la cuota de alquiler que abona (entre 3 y 3,5 euros por metro cuadrado) es adecuada.
Los datos proceden de la primera encuesta que el IVIMA realiza para conocer el nivel de satisfacción de las personas que ocupan pisos protegidos de alquiler de este organismo público y tomar nota de posibles problemas y sugerencias. No obstante, las conclusiones se han extraído sobre tan sólo 3.320 entrevistas, representantes de sólo el 16,6 por ciento del total de 20.000 arrendatarios a los que se remitió el formulario.
Volviendo a los resultados del sondeo, llama la atención que prácticamente todos los inquilinos se considera un buen vecino (el 99 por ciento de ellos) y dice conservar su piso en buenas condiciones (97 por ciento), pero al mismo tiempo un 56 por ciento de ellos se queja de que soporta mucho ruido por culpa de otros residentes.
VECINOS RUIDOSOS
Igualmente sorprendente resulta que el 92 por ciento de los arrendatarios asegure conservar en buenas condiciones las zonas comunes de la comunidad (ascensor, escaleras, portal...) y que, sin embargo, al ser preguntado por si sus vecinos hacen lo mismo, un 57 por ciento de ellos responda que sólo algunos.
Otras conclusiones a las que se llega es que el 63 por ciento considera normal la superficie de su casa y un 9 por ciento, grande, frente a un 27 por ciento que la define como pequeña. Además, el 70 por ciento está conforme con el barrio en el que vive, mientras que a otro 28 por ciento de los entrevistados no le gusta.
Otra de las preguntas que incluía el sondeo se refería a las reuniones de la comunidad de vecinos, resultando que el 63 por ciento dice asistir siempre a las convocatorias y un 21 por ciento, casi siempre.
SUGERENCIAS
La encuesta también ha servido para orientar a este promotor público de vivienda --el mayor de toda España, con más de 23.000 pisos de alquiler en toda la Comunidad de Madrid, además de garajes y locales comerciales-- sobre los "principales problemas a atajar", cuya solución es posible "con carácter general", en opinión del gerente del IVIMA, Domingo Menéndez, que presentó hoy en rueda de prensa los resultados del sondeo.
Las demandas más repetidas han sido controlar el incumplimiento del pago de las rentas y de las cuotas de la comunidad de vecinos --a pesar de que la tasa de morosidad del IVIMA es, según Menéndez, "probablemente la menor" de todos los promotores inmobiliarios públicos españoles-- así como a los inquilinos conflictivos, que no respetan las normas de convivencia.
Otras sugerencias son que la reparación de infraestructuras e instalaciones de los edificios se acometan con mayor rapidez, que se les dé las posibilidad de comprar la vivienda que ocupan con buenas ofertas de adquisición, y controlar la ocupación ilegal de pisos.
En relación con los 'okupas', el gerente del IVIMA advirtió que "es muy difícil" tener conocimiento de que una vivienda ha quedado vacía, por ejemplo debido al fallecimiento de su titular, una situación de la que el organismo público puede ser ajeno hasta durante "2 ó 3 meses".
MÁS INSPECCIONES A VIVIENDAS
"Estamos dando un servicio razonable, pero queremos mejorar", afirmó Menéndez, quien destacó en este sentido el aumento de la plantilla de inspectores del IVIMA que se produjo el año pasado (pasaron de 5 a 12) y la inspección técnica encargada a una empresa externa que desde hace unos meses se está llevando a cabo en todas las promociones y que está permitiendo abordar reparaciones. No en vano, ya se han levantado más de 2.000 actas.
En esta línea de trabajo, avanzó también la adjudicación, de nuevo a una empresa externa, de un contrato de inspección específico para fines de semana y en horario extralaboral de lunes a viernes, con el fin de que la visita se produzca cuando todos los inquilinos están dentro.
