MADRID, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
La alcaldesa de Móstoles, Noelia Posse, ha celebrado la retirada de los semáforos de la A-5 aunque lamenta que "la decisión se haya tomado, una vez más, de forma unilateral desde el Ayuntamiento de Madrid".
El nuevo Consistorio de la capital, gobernado por PP y Ciudadanos, avanzó que este mismo miércoles dejarían de funcionar los semáforos que el Gobierno de Manuela Carmena activó hace tan solo cuatro meses.
Durante la jornada de hoy se pondrán en ámbar, algo que supone un "apagado técnico". Además, estos días se está cambiando de 'Ceda el Paso' a 'STOP' en el acceso desde la calle Carlina y se está eliminando parte de la línea continua en el carril bus para poder acceder.
Desde el principio fue una medida que generó controversia. Ciudades conlindantes con la capital como Alcorcón y Móstoles mostraron su rechazo al entender que iba a producir atascos y retenciones perjudicando a los vecinos que debían acceder a Madrid para trabajar. Las quejas llegaron incluso al Defensor del Pueblo.
Ahora, tras la reversión de la medida por parte del regidor madrileño, José Luis Martínez-Almeida, la primera edil mostoleña ha incidido en el hecho de que la desaparición de los semáforos a la entrada de la capital era "una reivindicación de su municipio".
"Su instalación se llevó a cabo sin contar con la opinión de los municipios del y sus habitantes se han visto claramente afectados, dado que los semáforos han venido incrementando ostensiblemente los tiempos de desplazamiento de quienes residen en el municipio, pero trabajan en la capital, generando riqueza en ella y sufriendo los inconvenientes", ha aseverado.
No obstante, también se ha mostrado partidaria de "estudiar otros medios de conciliación de la sostenibilidad ambiental", algo que considera "vital para las ciudades, y especialmente para Madrid, con los intereses de su ciudadanía".
Además, Posse ha insistido en la necesidad de que se conforme una mesa de negociación intermunicipal, "a la que se comprometió el anterior equipo de Gobierno del Ayuntamiento madrileño", que pese a las reclamaciones de varias localidades "nunca se llegó a convocar".
El objetivo, ha explicado, sería diseñar un plan integral de movilidad "que mejore las frecuencias del transporte público, facilite que las y los ciudadanos puedan optar por medios alternativos al vehículo privado, así como una red de aparcamientos disuasorios en el entorno del casco urbano de Madrid capital".
