El Ayuntamiento aprueba definitivamente la Ordenanza de Basuras bajo el principio de que 'quien contamina, paga'

Actualizado: jueves, 8 enero 2009 15:56

El texto prevé que técnicos municipales puedan revisar los contenedores para cerciorarse de que se separan los residuos

MADRID, 8 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Ayuntamiento de Madrid aprobó hoy de manera definitiva la nueva Ordenanza de Limpieza y Gestión de Residuos, en la que se incluyen multas más altas para quienes ensucien, hagan graffitis o abandonen sus vehículos en la vía pública, y donde también se prevé la polémica norma de que técnicos municipales puedan revisar los contenedores de basura para cerciorarse de que los ciudadanos separan los residuos para su reciclaje bajo el principio de que 'quien contamina, paga'.

El vicealcalde de la capital, Manuel Cobo, informó hoy en rueda de prensa de esta aprobación, que se produce tras un mes de información pública en el que se han cambiado 22 artículos para incluir algunas alegaciones. La aprobación inicial del texto tuvo lugar el pasado 24 de octubre, unos días después de que la delegada de Medio Ambiente, Ana Botella, presentara en rueda de prensa un proyecto que, 23 años después de la creación de la ordenanza vigente, la modifica.

Así, la nueva Ordenanza incrementa las sanciones por realizar graffitis, pasando las leves de 300 a 3.000 euros y pudiendo llegar hasta los 6.000 euros si hay reincidencia. No obstante, estas multas se pueden sustituir por trabajos comunitarios a los autores de las pintadas, que también deberán pagar por la limpieza de los muros. Se contempla asimismo la posibilidad de decomiso y destrucción del material empleado.

Según datos municipales, en 2007 hubo más de 12.500 quejas por este asunto, y el Ayuntamiento gastó más de seis millones de euros para quitarlos de las fachadas. Además, desde el año pasado hasta ahora se han limpiado más de dos millones de metros cuadrados de algo que Botella calificó como "vandalismo, no arte".

SEPARAR EN ORIGEN

En cuanto a los actos públicos --más de 7.500 el año pasado--, los organizadores deberán adoptar las medidas necesarias para garantizar que no se ensucien las vías y espacios públicos, y el Ayuntamiento podrá exigir el depósito de una fianza con la que el organizador responda de los costes derivados, en su caso, de los trabajos extraordinarios de limpieza. La única excepción será la de actos relacionados con el ejercicio de los derechos fundamentales y libertades públicas.

La norma también incorpora la obligación de los ciudadanos de separar en origen los residuos y la del Ayuntamiento de recogerlos de forma selectiva. Según explicó Botella el pasado 17 de octubre, los 300 inspectores municipales podrán husmear en los 300.000 cubos de basura orgánica y de plásticos de los edificio de Madrid, y levantar acta cuando comprueben que la separación de residuos no se ajusta a la norma, estableciendo multas de hasta 750 euros. La ordenanza también fija la obligación del Gobierno local de recoger la basura de forma selectiva.

A este respecto, Botella matizó en su día que las multas se impondrán "aplicando el sentido común, como en cualquier tipo de sanción". Es decir, que antes de multar los inspectores conversarán con los porteros para intentar averiguar quién es el responsable, se harán campañas de concienciación, se estimará la gravedad del hecho y se intentará comprobar si es responsabilidad de los vecinos del inmueble o de personas ajenas al edificio.

PLANTA DE RECICLAJE

Por otra parte, se establecen los procedimientos de admisibilidad de residuos en el Parque Tecnológico de Valdemingómez, adonde la basura deberá llegar correctamente separada para su mejor tratamiento, con el objetivo de alargar la esperanza de vida de las instalaciones, que podrían verse obsoletas en ocho o nueve años, según la propia delegada.

"La planta de reciclaje de Valdemingómez tiene una capacidad, determinada por su espacio, y esa capacidad acabará acabándose. Así que cuanto más separemos los residuos según su naturaleza desde el origen, más tiempo podrá durar esta herramienta de gestión de basuras", apuntó la concejala hace unos meses, avanzando que, en breve se inaugurarán dos plantas nuevas de biometanización y añadiendo que "la basura que se produce en Madrid en un año alcanzaría la altura de una de las torres del Paseo de la Castellana".

Asimismo, se establece un sistema de inspección y control para velar por el cumplimiento de los objetivos europeos de recuperación de materiales reciclables, valoración energética y cumplimiento de la normativa ambiental y, por primera vez, se regulan también los 15 puntos limpios fijos de la capital y los 104 móviles como instalaciones que favorecen la recuperación de residuos y evitan vertidos incontrolados, así como los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE).

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En cuanto a los residuos de construcción y demolición, deberán ir en sacos y contenedores homologados, que deberán estar cerrados entre las 20.00 y las 8.00 horas y que no podrán ser instalados los días festivos y de fin de semana en las zonas de interés turístico, de ocio, lugares de celebración de eventos deportivos y rastro.

El abandono de vehículos en la vía pública se tipifica por primera vez como infracción grave y será sancionado con multas de hasta 3.000 euros. El propietario deberá asumir los costes del traslado y estancia en el depósito municipal y, previa renuncia al vehículo y baja en Tráfico, podrán solicitar su retirada de las instalaciones municipales. También se prohíbe reparar vehículos en la calle.

Tampoco se podrá abandonar o depositar la basura en espacios públicos, se sancionarán las acciones vandálicas contra contenedores y papeleras, y se prohibirá arrojar residuos por las ventanas, abandonar trastos viejos, introducir materias encendidas o inflamables en papeleras y contenedores, o dejar publicidad en los vehículos que están estacionados.

Con respecto a los animales de compañía, se prohíbe limpiarlos en la calle o darles de comer, y se establecen multas de entre 750 y 1.500 euros para quienes dejen los excrementos en la vía pública. Los policías municipales serán los encargados de levantar acta cuando detecten esta conducta, con la única excepción de los ciegos con perro-guía. Según el Ayuntamiento, en 2007 se recogieron 1.198,5 toneladas de caca de perro de la ciudad.

BENEFICIOS MEDIOAMBIENTALES

Estas medidas incrementan los beneficios ambientales que generan el tratamiento y gestión de residuos. Según datos municipales, en 2007 se recuperaron 201.113 toneladas de materiales reciclables, se redujeron 796.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2), se obtuvieron 90.760 toneladas de compost y se produjeron 325.060 megavatios por hora. El vicealcalde destacó asimismo que "el Consistorio está realizando un gran esfuerzo inversor para mejorar la calidad de la limpieza y la gestión de residuos en la ciudad", con una inversión de 500 millones de euros tan sólo en 2008.

Además, el pasado 2 de noviembre el Gobierno local decidió destinar 4 millones de euros a auditar la calidad de la limpieza y recogida de residuos, para lo que se tomarán, a pie de calle, más de 50.000 datos para evaluar estos servicios inspeccionando en un año 140.000 contenedores y supervisando hasta 20.100 actuaciones de los equipos de recogida.

La entrada en vigor de la Ordenanza se producirá el próximo mes de febrero, tras su aprobación a finales de enero por parte del Pleno municipal gracias a la mayoría absoluta del PP. Será en su debate en la Casa de la Villa donde se establecerá, si procede, un periodo transitorio para informar a los ciudadanos y para que éstos puedan adaptarse a los nuevos requisitos legales en esta materia. Tanto la FRAVM como el PSOE se opusieron ya en su momento a la nueva redacción del texto al considerarla "meramente recaudatoria".