GIRONA, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los ayuntamientos tienen demasiados cargos de confianza, muy poca autonomía para gestionar sus recursos y están faltos de transparencia, según las conclusiones a las que ha llegado la consultoría Neòpolis después de realizar un estudio sobre cómo los consistorios afrontan la crisis.
Después de realizar entrevistas a 17 alcaldes de municipios de la provincia de Girona de más de 9.500 habitantes y preguntar también sobre el tema a nueve expertos y líderes de opinión, el estudio ha detectado un conjunto de puntos fuertes y puntos débiles de las administraciones locales, extrapolables a todos los municipios, no solamente a los entrevistados.
Durante la rueda de prensa de presentación del informe, sus autores, han detallado hasta once puntos débiles en los ayuntamientos, como una gestión económica excesivamente basada en la inversión en infraestructuras y equipamientos, la falta de colaboraciones entre las administraciones públicas locales y el sector privado, la rigidez administrativa o la falta de transversalidad.
Una vez encontrados los puntos a corregir, el estudio también propone propuestas de mejora. Por lo que a financiación y gestión se refiere, el sociólogo Daniel Tarragó ha explicado que lo principal es "dotar a los municipios de mayor autonomía financiera para gestionar los recursos derivados de las subvenciones".
Otro mejora a tener en cuenta sería la de invertir menos en infraestructuras y equipamientos públicos y más en servicios sociales y políticas dirigidas a las personas, o como ha expresado Tarragó: "Se ha acabado la piedra, es la hora de las personas".
Los ayuntamientos también tendrían que crear liderazgos claros y fuertes a nivel político, ya que la crisis tendría que hacer que se superara la endogamia de partidos. Además de crear espacios estables de cooperación y participación entre la administración local y los sectores económicos del territorio, ya que "la administración no puede hacerlo todo".
El politólogo Gerard Quiñoner también ha comentado que por lo que se refiere a la organización interna, los ayuntamientos tendrían que modernizarse y utilizar las nuevas tecnologías como Facebook o Twitter para acercarse al ciudadano. Otra idea que les ayudaría, ha asegurado, sería la de replantear y reforzar las competencias de las figuras neutras de control, como los interventores y secretarios.
Evidentemente, también sería básico limitar el número de cargos de confianza política, garantizando un alto nivel en sus aptitudes y no tanto la fidelidad a unos colores políticos determinados.
Finalmente, Tarragó ha reconocido que la situación actual de los consistorios "no es un desastre", pero espera que "la crisis ayude a ir hacia la excelencia", ya que de hecho tendría que obligar a ello.
