MADRID, 1 Nov. (EUROPA PRESS) -
Con motivo de la celebración de la festividad de Todos los Santos, muchos madrileños y madrileñas se han acercado a las pastelerías de la capital para adquirir los dulces típicos de esta festividad, como son los huesos de santo y los 'panellets', aunque los buñuelos siguen siendo el postre estrella más demandado para degustar con la familia y los amigos.
Así lo ha explicado en declaraciones a Europa Press Televisión, la encargada del establecimiento 'La Santiaguesa' (perteneciente al Horno San Onofre), Ana Guerrero, quien ha subrayado que el 1 de noviembre se celebra la transición al invierno y por lo tanto es tradición que se elaboren productos como mucha proteína que aporten energía.
"En estos días lo más tradicional en Madrid son los buñuelos. Probablemente sea el 'panellet' y los huesos de santo la parte más proteica de estas fiestas pero los madrileños han decidido que son los buñuelos sus aliados para luchar contra el frío (...). A partir de ahora y hasta que acabe la estación lo mejor será nutrirnos a base de estos productos porque son frutos secos maravillosos para el organismo y porque nos dan un aporte energético", ha resaltado.
Guerrero ha reconocido que hoy es uno de los días fuertes del año en cuanto al volumen de ventas, pues son muchas las persona que compran productos relacionados con esta celebración religiosa, ya sean madrileños o turistas que disfrutan de la festividad en la capital. "Debemos respetar el calendario repostero porque a los españoles nos gusta comer muy variado; la variedad es un principio español", ha aseverado.
"Los buñuelos más antiguos son los de cabello de ángel y batata, luego los más demandados son los de crema, nata y chocolate y además hacemos algunos nuevos que son los de dulce de leche, naranja, café, castaña... hacemos muchísimas clases", ha indicado por su parte Miguel, uno de los pasteleros del horno.
"LA CRISIS SE VA"
Al respecto, Guerrero ha subrayado que desde hace unos años han comenzado a innovar con el relleno de los buñuelos ya que "ahora las personas no necesitan tanto alimento porque la vida es más sedentaria y consecuencia de ello se apuesta por cremas más ligeras". En concreto este año han apostado por la crema de avellana, muy demandada por los madrileños.
"Con esta crisis tan larga el consumo es más pequeño pero seguimos viniendo y la gente prefiere gastar más. Ahora somos muchísimos más felices con las pequeñas cosas como son unos buñuelos o una buena compañía (...). Y creo que España empieza a subir, todo pasa y la crisis tiene que pasar, se va, necesitamos salir", ha destacado.
