Uno de cada seis consumidores compra falsificaciones de marcas de forma voluntaria, con un gasto de 20,66 euros

Actualizado: jueves, 2 agosto 2007 19:07

La venta de copias de marcas en España se eleva a 285 millones de euros al año, el 0,2% del total mundial

MADRID, 2 Ago. (EUROPA PRESS) -

Uno de cada seis consumidores españoles admite comprar falsificaciones de marcas de forma voluntaria, con un gasto medio de 20,66 euros por cada producto, según los datos aportados por la Cámara de Comercio de Madrid y la Asociación Nacional de Defensa de la Marca (Andema).

No obstante, los consumidores españoles son cada vez más reticentes a comprar productos falsificados, puesto que el hace seis años la proporción era uno de cada seis compradores, apuntaron las dos entidades en unas jornadas en torno a si las marcas españolas gozan de protección suficiente para garantizar su competitividad en el mercado internacional.

El negocio ilegal de venta de falsificaciones en España supone el 0,19% del importe mundial, que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) valora en 150.000 millones de euros. Madrid y Valencia son los principales centros de este comercio paralelo al legal, en función del número de intervenciones efectuadas por la Guardia Civil.

La confección, el calzado y la marroquinería provocan la inmensa mayoría de los servicios policiales. Uno de cada cinco empresarios textiles se queja de este tipo de problemas que golpean a sus marcas.

La experiencia concreta de las empresas la ilustraron dos representantes del sector de marroquinería y calzado: el grupo Louis Vuitton Fashion, división del gigante francés de productos de lujo LVHM, y la española Mustang.

Un informe difundido por Andema y el Consejo de Cámaras de Comercio estima que los españoles gastan más de 285 millones de euros al año en adquirir copias de marcas. El gasto medio por compra se sitúa en 20,66 euros, con una frecuencia de al menos dos veces al año. Pero también observa que, si bien más del 17% del millar de consumidores encuestados admitían adquirir estos productos conscientemente, hace seis años esta proporción se elevaba al 21%.

La marca, que forma parte de los activos intangibles de una empresa, apenas suponía el 40% del valor de una empresa española tipo en 1988, la mitad que en la actualidad, que alcanzan el 80% del total, apuntó la directora general de Andema, Soledad Rodríguez.

PREOCUPACIONES ESPECÍFICAS

Santiago Ros, consejero y director del área jurídica y financiera de Mustang, mostró su preocupación por el sector del calzado. Ros explicó que "desde las empresas se hacen grandes esfuerzos por elaborar muestrarios propios y exclusivos para prestigiar la marca haciendo importantes inversiones e investigación, diseño y moda". Un esfuerzo que, en su opinión, merece el máximo apoyo de las Administraciones Públicas puesto que "las autoridades no pueden permitir que otras empresas se aprovechen impunemente del esfuerzo de otras firmas".

Por su parte, el representante legal del grupo LVHM, Salvador Orlando, expuso la experiencia de Louis Vuitton Fashion Group en la lucha contra el fraude. LVMH emprendió el año pasado una cruzada contra la falsificación de sus productos en Internet y, como resultado, el pasado verano Google fue condenado a pagar 300.000 euros por falsificación de marcas, competencia desleal y publicidad engañosa, al dejar a particulares anunciar en el buscador malas imitaciones.

Además, junto con el grupo Dior, LVHM se decidió a sentar a eBay en el banquillo. Sólo en el segundo trimestre de este año aparecieron en la casa de subastas 300.000 anuncios de productos Dior y 150.000 bolsos de Louis Vuitton, de los cuales al menos un 90% eran falsos, según LVMH. Ambas firmas reclaman a eBay daños y perjuicios por este comercio ilegal durante el periodo 2001-2005, respectivamente, por 17 millones de euros y 20 millones.

Por su parte, un representante de la industria china apuntó que cada vez más las empresas del país asiático se preocupa por obtener patentes propias. Desde las últimas dos décadas, el Gobierno Chino ha divulgado una serie de leyes para proteger la propiedad industrial, fundamentalmente la Ley de Marcas Comerciales y la Ley de Propiedad Intelectual, que fueron modificadas después de que China ingresara en el 2001 en la Organización Mundial del Comercio (OCM).

De hecho, en tan sólo 20 años, China ha pasado a ser el quinto mercado del mundo por número de solicitudes de patentes presentadas.