Uno de cada tres madrileños come fuera de casa entre semana, con un gasto medio diario de 10 euros, según un estudio

Actualizado: domingo, 28 febrero 2010 14:31

El Barómetro de Alimentación 2009 recoge que sólo un 8,5 por ciento de los ciudadanos compra la comida por Internet

MADRID, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -

El 37 por ciento de los madrileños afirma comer al mediodía fuera de casa de lunes a viernes, siendo el mayor porcentaje entre los hombres (44,3 por ciento) y gastándose una media diaria de 10 euros por menú, según se desprende del Barómetro de Alimentación 2009 presentado esta semana en Madrid.

El informe, elaborado por el Observatorio de Alimentación, Medioambiente y Salud de la Dirección General de Ordenación e Inspección, destaca que el 51 por ciento de los madrileños que come fuera de casa tiene entre 31 y 45 años, seguidos del grupo de 18-30 años, la mayoría con un nivel de vida medio-alto.

Según datos de años anteriores, se ha incrementado el número de personas que comen fuera de casa los días laborables, pese a la presencia de la crisis económica actual, y en relación a otras comunidades autónomas, Madrid es la que experimenta el crecimiento "más significativo".

Según explicó la viceconsejera de Ordenación Sanitaria e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, Belén Prado, la mayoría de los que comen fuera de casa justifica sus comidas en la "lejanía a su domicilio" y la imposibilidad de llegar a casa a tiempo para la hora de comer.

Dentro de estos porcentajes, la media de comidas fuera es de tres por semana, aunque el 30,6 por ciento lo hace todos los días frente al 23 por ciento que lo hace de forma puntual. El gasto medio se sitúa en los 9,83 euros, y los que más gastan son las personas mayores de 60 años.

Según este barómetro, seis de cada diez madrileños que come fuera de casa los días laborables lo hace en bares y restaurantes (59 por ciento), mientras que el 25,2 por ciento lo hace en el comedor de la empresa o centros de estudio. Al final de la tabla están los que se llevan su comida al centro de trabajo (18 por ciento) y los establecimientos de comida rápida (5 por ciento).

Respecto a la confianza en los establecimientos, los que más confianza ofrecen son los mercados y las tiendas tradicionales, con una nota de 7,7 sobre 10, "por la cercanía y atención especializada" que se tiene en estos centros; seguido de los supermercados e hipermercados, y por último, de los restaurantes de comida étnica y rápida.

MUY POCOS COMPRAN POR INTERNET

Por otro lado, destaca el "bajo" porcentaje de los madrileños que compran la comida por Internet: sólo un 8,5 por ciento de los ciudadanos que viven en Madrid, sobre todo, los que se sitúan entre los 31 y 45 años, y coincide, según el estudio, con los que comen fuera de casa.

Este porcentaje pequeño se debe a dos razones principalmente: a la desconfianza en los sistemas de pago y a los límites de accesibilidad, sobre todo, para las personas mayores que no están familiarizadas con la informática. Además, el 80 por ciento de los encuestados afirma que compra en la tienda porque busca el contacto directo con el producto, quiere verlo, olerlo y comprobar la fecha de caducidad.

El director general de Ordenamiento e Inspección, Manuel Molina, explicó que en cuanto a la seguridad, los madrileños dan una nota de 7 sobre 10 a este aspecto mostrando una "gran confianza" en la seguridad de los alimentos que compran en la Comunidad de Madrid. Se muestran más escépticas las mujeres, que dan un 6,9 de media, frente a los hombres (7,21).

Además, el colectivo que más confianza muestra es el de los mayores de 60 años, que "suelen ser los que compran con más frecuencia en el mercado y tienen confianza más directa con las personas que les proporcionan los productos", explicó Molina en este sentido.

Algo que llama la atención en la Consejería de Sanidad es que a la hora de preguntar a los encuestados sobre quién tiene la responsabilidad de que los productos estén en buen estado, el 40,6 por ciento considera que es la Administración quien tiene que hacerse cargo de ello.

Desde la Consejería recuerdan que son los fabricantes y que la administración es la que se encarga de velar por que se cumplan todos los reglamentos y los controles de seguridad para cada caso. Preguntados por cómo creen que se hace la inspección de alimentos, más de la mitad piensa que se hacen estos trabajos de forma continuada, si bien un 32 por ciento cree que se realizan de forma ocasional cuando se encuentran un problema.

Sobre la frecuencia con la que se pueden encontrar con fraudes, el 68,3 por ciento cree que la publicidad y el etiquetado engañoso se puede dar con mucha o bastante frecuencia, seguido de la sustitución de un producto por otro de menor calidad (46,8 por ciento) y, por último, del peso o contenido menor que el señalado.

Los encuestados también señalan que la información que figura en los etiquetados les resulta de gran utilidad a la hora de comprar los alimentos, si bien les preocupa y manifiestan desconfianza en este punto, algo que también extraña al Gobierno regional, que mandó un mensaje de confianza y aseguró que en general, "lo que figura en el etiquetado corresponde a la realidad del producto", indicó Prado.

Por otro lado, los madrileños tampoco creen en los beneficios de muchos alimentos que se publicitan en los medios de comunicación con mensajes tipo 'ayuda a reducir el colesterol'. Casi siete de cada diez desconfían de estas llamadas de atención al consumidor. Sin embargo, valoran la fiabilidad de los profesionales sanitarios y las asociaciones de consumidores, siendo el menos valorado la fuente de Internet.

También el 67 por ciento de los usuarios sabe a dónde acudir en el caso de fraude o alimento en mal de estado. Lo hacen yendo a las asociaciones de consumidores o directamente a la Administración, a la que demandan más información relacionada con la calidad alimentaria, el riesgo de manipular incorrectamente los alimentos y el modo de inspección de los mismos.