La Capilla del Obispo abre tras su restauración después de 40 años cerrada al culto

Actualizado: jueves, 24 junio 2010 23:00

Una ventana arqueológica en el suelo muestra cimientos de la antigua parroquia de San Andrés y su cementerio

MADRID, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, acompañada del presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, inauguró hoy la recién rehabilitada Capilla del Obispo, un templo situado en la madrileña plaza de la Paja y que los ciudadanos pueden visitar en breve, ya que va a abrir al público tras 40 años cerrada.

La capilla, uno de los pocos ejemplos del gótico madrileño que se conservan, fue declarada Monumento Histórico Artístico en 1931 y en 2002 fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC). "Estas obras de restauración son un ejemplo más del compromiso de la Comunidad por proteger el patrimonio histórico y artístico de nuestra región. Este compromiso quiere servir para ofrecer a los madrileños la oportunidad de conocer y disfrutar de nuestra inmensa herencia cultural", dijo Aguirre.

La líder autonómica recordó que la capilla fue fundada en el siglo XVI por Francisco de Vargas y Medina como capilla funeraria para albergar los restos de San Isidro, que actualmente reposan en San Andrés. En los 70 se constató su estado de ruina y tras varias intervenciones en 2005 la Dirección General de Patrimonio Histórico del Gobierno regional emprendió una rehabilitación integral, un proyecto en el que se ha invertido 3,25 millones de euros, de los cuales la Fundación Caja Madrid ha aportado un 65 por ciento.

Aguirre explicó que durante las obras se han realizado importantes hallazgos, como el del cementerio situado en la antigua parroquia de San Andrés, que obligó a modificar el plan original de actuación con la instalación de una ventana arqueológica sobre los restos del subsuelo de la capilla para que los visitante puedan contemplar este vestigio del Madrid medieval.

Por su parte, Rato destacó que la capital atesora magníficos monumentos como éste, un ejemplo del estilo renacentista y plateresco. "Caja Madrid tiene vocación nacional, pero su alma está en Madrid. Nuestra Fundación contribuye de manera muy intensa a la conservación de muchos de sus monumentos", apuntó.

La inauguración concluyó con una bendición y solemne eucaristía presidida por el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela. La presidenta, acompañada por el cardenal y por el resto de la comitiva, también visitó las instalaciones.

UNA JOYA ARQUITECTÓNICA EN EL CENTRO DE MADRID

La capilla forma parte del complejo monumental de San Andrés, que incluye la iglesia del mismo nombre, la capilla de San Isidro, el Atrio y la sala capital. Tras la intervención regional, el elemento de unión que conecta todas las piezas es el atrio. Además, se ha abierto una puerta para comunicar la capilla del obispo con la de San Isidro y la iglesia de San Andés.

La presidenta recordó que el actual conjunto monumental tiene su origen en un modesta iglesia de la que fue feligrés San Isidro, ubicada en una antigua mezquita adaptada al culto cristiano tras la conquista de la capital a finales del siglo XI.

La capilla del Obispo consta de una sola nave con tres tramos y un ábside poligonal con grandes contrafuertes exteriores. La cubierta se realiza con bóvedas góticas de crucería. La decoración interior es renacentista y en ella destacan el retablo de tres cuerpos y tres calles tallado por Francisco Giralte hacia 1550 y los sepulcros en forma de hornacina. La capilla se completa con el sepulcro del obispo, que tiene una forma similar a los de Carlos I y Felipe II del Monasterio del Escorial, es decir, en actitud orante y no yacente.

La leyenda asegura que San Isidro trabajó en calidad de labrador y albañil para Iván de Vargas. Dicen que Alfonso VIII fue el que erigió una primera capilla para el santo en la primitiva iglesia de San Andrés. No obstante, fue Iván de Vargas el que solicitó la licencia para edificar una capilla donde albergar definitivamente su cuerpo. El lugar elegido fue el cementerio de esta parroquia. En 1518, una bula del Papa León X concedió esta licencia.

En 1544 la Capilla del Obispo fue obligada a devolver el cuerpo de San Isidro a la parroquia de San Andrés, pasando a ser exclusivamente panteón familiar. Un informe de 1973 hablaba de su estado ruinoso, apreciándose enormes grietas en los arranques de las bóvedas y en la nervadura, así como grandes humedades en el subsuelo que ascendían por los muros descomponiendo la piedra. De hecho desde 1966 estaba cerrada al culto.

LA RECUPERACIÓN

La restauración, que comenzó en 2005, ha constituido en la consolidación estructural de los muros de carga, de los cerramientos de la fachada, forjados, cubiertas y cimentaciones. La intervención se ha centrado en la recuperación del retablo mayor y menor y sepulcros de la capilla, la restauración integral de la sala capitular y dependencias anexas, la construcción de un semisótano y la restauración del claustro. También se ha dotado de un ascensor y de aseos.

El retablo mayor preside el ábside y estilísticamente corresponde al plateresco. Está tallado en madera de nogal con las técnicas de dorado, estofado y policromado al temple. El programa inconográfico plasma diferentes escenas de la vida de Jesucristo relativas a su infancia y a su pasión. Antes de rehabilitarse presentaba pérdidas de volumen, especialmente en manos, brazos, pies y atributos. Asimismo, se apreciaron pérdidas de adherencia, desprendimiento de la capa de dorado y pérdidas de policromía y fracturas en figuras y cornisas.

Los sepulcros están esculpidos en alabastro y corresponden al plateresco, propio del siglo XIV español. El cenotafio del obispo Gutierre de Vargas se apoya en tres grandes ménsulas y sobre la central, arrodillado sobre almohadón, aparece la figura del obispo. En el fondo de la hornacina, decorada con casetones con florones, se representa una escena en relieve de la oración del huerto. Los sepulcros presentaban juntas abiertas, fisuras, grietas, oxidación y zonas amarillas causadas por humedad. Se aplicaron tratamientos dirigidos a corregir las patologías descritas, mostrándose en la actualidad en todo su esplendor artístico.

En paralelo, en la iglesia de San Andrés se han colocado un retablo de finales del siglo XIX o comienzos del XX donado por el Ayuntamiento de Madrid y una nueva pila bautismal, que es la concha de una tridacna gigas (una almeja gigante cuyas dimensiones la convierten en el molusco bivalvo más grande del mundo), cedida por el Museo Nacional de Ciencias Naturales.