El Centro Dramático Nacional rescata al Chéjov más desconocido en 'La ruleta rusa'

Actualizado: martes, 23 noviembre 2010 13:56

MADRID, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Centro Dramático Nacional (CDN) estrena este miércoles en la Sala de la Princesa del Teatro María Guerrero 'La ruleta rusa', un montaje que rescata al Chéjov más desconocido y que ha contado con dramaturgia de Enric Benavent y puesta en escena de la compañía El Zurdo.

A partir de seis relatos humorísticos de Anton Chéjov ('El estornudo', 'Alegría', 'Institutriz', 'El trato', 'La seducción' y 'El oso'), Benavent ha querido reivindicar y dar su particular visión al autor ruso que, antes de firmar sus grandes obras con el nombre todos conocemos, era Antosha Chejonte.

Según ha explicado este martes el autor, Chéjov escribió estos cuentos "como método de supervivencia" si bien en ellos "está el germen de lo que luego crecería mucho más y serían sus grandes textos".

"Fue Antosha Chejonte hasta 1884, año crucial en su vida en que acabó su carrera de medicina, decidió que quería dedicarse al oficio de escribir y firmar con su nombre de pila y descubrió que

estaba tuberculoso y que tenía los días contados", apunta Benavent. "Con el tiempo, los cuentos dejaron de ser humorísticos y se volvieron más sombríos, hasta llegar al Chéjov que todos reconocemos", apostilla.

GENTE CORRIENTE

Asimismo, Enric Benavent resalta el hecho de que el autor ruso posa su mirada "no en los protagonistas, sino en toda esa gente común, incluso vulgar, bajo el prisma de la comprensión. No es sensiblero pero sí sensible".

El escritor alude también a la satisfacción que le producía a Chéjov ver cómo muchos de sus cuentos eran adaptados por compañías de

vodevil, para ser representados como cuadros independientes en espectáculos que ahora consideraríamos de variedades". "La costumbre de adaptar al escenario cuentos de Chéjov, y de Chejonte, ha llegado hasta nuestros días y, en mi caso me ha influido mucho la adaptación al cine de los 'Ojos negros' de Nikita Mijalkov", confiesa.

En cualquier caso, para Benavent, "Chéjov no exige fidelidad a rajatabla de sus obras, aunque sí guardar el espíritu y, por ello, sus obras te dan para divagar, aumentar, corregir o actualizar".

LA FUNCIÓN DE LOS ACTORES

Por su parte, Luis Bermejo, director de la compañía El Zurdo, explica que en 'La ruleta rusa' "hay muchas historias que también hablan de la humillación cotidiana del existir".

"Los actores han destilado, en el proceso de ensayos, la intención de comunicar el texto directamente al espectador y eso es lo que hacen, llegando incluso a intercambiar opiniones con el público. La función es totalmente suya", añade.

En este sentido, los actores (Markos Marín, Tino Martínez, Mónica Monferrer, Paloma Mozo y Fernando Otero) agradecen la "libertad creativa" de la que han gozado en esta producción y destacan el "espíritu de juego con el público" que invade la función desde el principio.

La figura de un narrador va hilando todas las piezas seleccionadas y la puesta en escena aprovecha el espacio a tres bandas que ofrece la Sala de la Princesa y que se "construye y deconstruye" en cada texto, explica Bermejo.

El montaje, que lleva dos años de gira y que tenía una duración de dos horas, ha tenido que reducirse a hora y diez minutos por exigencia precisamente de este espacio escénico. La función estará en cartel en Madrid hasta el 19 de diciembre.